¿Qué son las
hemorroides?
A menudo descritas como
"venas varicosas del ano y del recto", las hemorroides son
vasos sanguíneos dilatados y protuberantes dentro y entorno al ano en
la parte baja del recto. Las hay de dos tipos, "Externas" e
"Internas", según donde estén situadas.
Las hemorroides
externas se ocasionan cerca del borde del conducto anal y se hallan
cubiertas de una piel muy sencible. Si se desarrolla un coagulo de
sangre en una de ellas, se ocasiona una dolorosa hinchazón llamada
"trombo" fácilmente extirpable con anestesia local sin
guardar cama. Al tacto del dedo la hemorroide externa es un bulto duro
y sensible.
Las hemorroides
internas se dilatan dentro del ano, debajo de la capa interna del
recto, llamada mucosa. Los síntomas más corrientes son la hemorragia
indolora y la salida también indolora, total o parcial tan
sólo de estas hemorroides internas durante la
evacuación, llamada procidencia. Sin embargo una hemorroide interna
puede volver a introducir. Es el llamado estrangulamiento.
¿Qué produce las
hemorroides?.
Aunque se desconocen
las causas exactas y parece que existe un factor hereditario, la
posición erecta de la persona continuamente durante su trabajo diario
en las personas delgadas y altas, o la posición siempre sentada en
las personas bajas y gruesas, provoca esfuerzos de presión en las
venas rectales que a veces ya es motivo para que se abulten.
Otras causas
importantes en las hemorroides son la edad, el estreñimiento crónico
o la diarrea, y el embarazo. Cada uno de ellos puede ocasionar que los
tejidos que aguantan las venas se distiendan. como consecuencia, las
venas se dilatan, sus paredes se afinan y sangran. Si continúa el
estiramiento y la presión, las venas debilitadas sobresalen del ano y
se ocasiona la procidencia.
¿Cómo se las
trata?
Los síntomas benignos
se alivian con frecuencia con venotónicos y aumentando en la dieta la
fibra y los líquidos para ablandar las heces, produciendo así una
evacuación regular. La eliminación del esfuerzo excesivo reduce la
presión en las hemorroides y contribuye a que no salgan.
Las hemorroides
externas más sintomáticas, como las trombosis, se pueden tratar
adecuadamente con descanso y baños de asiento fríos. El dolor y la
hinchazón se reducen a los 2-7 días y el bulto disminuye casi
completamente dentro de las 4-6 semanas. En los casos de dolor
persistente y fuerte, el médico puede extirpar el coágulo con una
pequeña incisión realizada bajo anestesia local, en plan
ambulatorio, lo que produce alivio inmediato.
El tratamiento
por inyecciones o por coagulación con un aparato de rayos infrarrojos
se puede emplear heorroides sangrantes que no sobresalen. Ambos
tratamientos son indoloros y sin riesgos, pues las inyecciones,
por ejemplo, llevan decenios de práctica con éxito y consiguen que
las hemorroides disminuyan y se "fijen" en el interior del
recto.
Las hemorroides algo
más importantes requieren un tratamiento específico que se puede
realizar en plan ambulatorio. Una pequeña banda elástica se
coloca sobre las hemorroides por medio de un instrumento
especial impidiendo el aporte de sangre. La hemorroide se
deshace al cabo de unos días junto con la banda dejando una pequeña
herida que cicatriza sola.
La hemorroidectomía -
cirugía para extirpar las hemorroides - es el método mejor para
tratarlas de una forma permanente. Es necesaria cuando: 1) se forman
coágulos repetidamente en las hemorroides externas; 2) la ligadura
falla al tratar las hemorroides internas; 3) no se pueden reducir las
hemorroides protuberantes; 4) no se consigue detener la rectorragia
por otros métodos; 5) existe asociada una fisura, una fístula, u
otras infecciones que requieran cirugía.
Una hemorroidectomía
elimina el exceso de tejido que causa la hemorragia y la procidencia.
Se realiza con anestesia y por lo general necesita
hospitalización y un periodo de inactividad; pero actualmente
con las nuevas técnicas las molestias son casi inexistentes.
La crioterapia que fue
popular hace unos 20 años, consiste en congelar la hemorroide con
nitrógeno líquido. Es dolorosa en las hemorroides externas y produce
una secreción anal persistente cuando se ha usado en hemorroides
internas exteriorizadas por lo que hoy en día casi se ha abandonado
su empleo en todo el mundo. Además son muy frecuentes las recaídas.
¿Se puede hablar de
láser en el tratamiento de las hemorroides? En realidad, de los
dos tipos de láser existentes el láser médico - que es el que se
anuncia - no sirve en absoluto más que como alivio momentáneo. El
láser quirúrgico, que es tan solo una variante de los bisturís
eléctricos, se emplea en las hemorrodectomías, consguiendo que las
heridas sean aun menos dolorosas y cicatricen más rápidamente.
¿Las hemorroides
conducen al cáncer?
No existe relación
entre las hemorroides y el cáncer. Sin embargo, los síntomas
de las hemorroides, en particular las que sangran, son similares
a los del cáncer colorectal y otras enfermedades del sistema
digestivo. Por lo tanto, es importante que cualquier síntoma lo
diagnostique un médico especialista, entrenado en el tratamiento de
las enfermedades de colon y recto.
¿Qué es un
especialista coloproctólogo?
Es el experto en el
diagnóstico, investigación y tratamiento de todos los procesos de
colon y de recto. Diagnostica los estados benignos y malignos,
realizando los exámenes que se requieren y, cuando es
necesario, trata los problemas médica o quirúrgicamente.