Cáncer
de Pulmón
3a. parte
4.2.- Examen Radiográfico
La placa simple de tórax sigue
siendo el estudio más importante en el diagnóstico de cáncer de pulmón
(Fig. 1a-b). Nos permite poder realizar la segmentación pulmonar y así poder
establecer la zona o el sitio en donde se encuentra la lesión y poder
establecer el tratamiento.
Segmentación Pulmonar
Muchos tumores pulmonares
son asintomáticos y se descubren por el hallazgo de una lesión en una
radiografía de tórax practicada en un reconocimiento sistemático. La
cuidadosa revisión de las placas de tórax previas, al mismo tiempo que se
estudia la placa actual, proporciona una valiosa información sobre la
presencia de opacidades pulmonares en placas antiguas, la velocidad de
crecimiento de la lesión y los signos de afectación mediastínica. Nunca se
insistirá bastante sobre la importancia de la revisión de las placas
antiguas, ya que no es raro que la decisión de intervenir quirúrgicamente al
enfermo se base tan solo en esta comparación.
El aspecto de la lesión
encontrada en la placa de tórax puede ser diagnóstico y se describe como
maligno, benigno o indeterminado. Las grandes tumoraciones espiculadas con
erosión costal y ampliación mediastínica son consideradas como malignas.
Las lesiones pequeñas, lisas, con calcificaciones concéntricas, son
consideradas como benignas y no es necesario proseguir el estudio. Sin
embargo, un porcentaje importante de las lesiones pulmonares encontradas en
las placas de tórax entran dentro de la categoría de indeterminadas y
obligan a proseguir el estudio.
La radiografía simple de tórax
tanto la anteroposterior como las laterales sirven para realizar además la
segmentación pulmonar que permite ubicar específicamente el sitio de la lesión
y por ende planificar el tratamiento a seguir en relación de la lesión. (véase
figuras 2, 3 y 4).
Una TC del tórax y parte
superior del abdomen con ventanas (atenuación) pulmonar y mediastínica
proporciona la valoración anatómica del pulmón más detallada de las
actualmente disponibles. Este estudio muestra claramente la localización, la
forma y el tamaño de la tumoración pulmonar. Además, puede poner de
manifiesto lesiones previamente no sospechadas. También pueden encontrarse
signos de infiltración de estructuras adyacentes. Las tumoraciones
localizadas en el hilio pulmonar se definen mejor con la TC que con las
radiografías de tórax y también se visualizan mejor con ella las lesiones
endobronquiales. La TC es una técnica excelente para valorar el tamaño de
los ganglios linfáticos mediastínicos. (Fig. 5-6a-6b)
Se están desarrollando
nuevas técnicas radiológicas para distinguir las lesiones benignas de las
malignas. Es posible marcar con tecnecio (99mTc) e inyectar al paciente
anticuerpos monoclonales con afinidad por determinadas proteínas del cáncer.
El complejo 99mTc-anticuerpo se concentra en los NPS malignos y en los
ganglios linfáticos mediastínicos metastatizados, que aparecen como manchas
que se destacan en una imagen de tomografía computarizada de emisión fotónica
simple (TCEFS). De forma similar se está utilizando la tomografía de emisión
de positrones (TEP), que aparece prometedora para el futuro.
La resonancia magnética (RM)
del tórax también proporciona imágenes de alta calidad del pulmón y del
mediastino. Aunque la RM puede tener algunas limitaciones como lo tiene la
tomografía en algunas situaciones específicas podría ser superior en
regiones perfundas con sangre como el corazón, aorta y las venas cavas, también
en pacientes con tumores del sulcus superior, tumores con compromiso mínimo
del mediastino o de la pared torácica y en pacientes con contraindicación
para administración de materiales de contraste iónicos. En lo que
corresponde al estadiaje nodal tiene baja sensibilidad y especificidad,
actualmente para compensar esto se está utilizando la RM con gadolinio-DTPA
siendo los resultados iniciales muy prometedores. En ciertos tipos de lesiones
la RM tiene un papel complementario a la tomografía así tenemos en tumores
que invaden partes blandas permite determinar la extensión del compromiso
hacia estos tejidos adyacentes, y facilita el diagnóstico de compromiso de médula
ósea o intraespinal.
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