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IGE: ESTRUCTURA, APLICACIÓN Y UTILIDAD EN EL DIAGNOSTICO DE LA ENFERMEDAD ALÉRGICA

 *Dr. Mauro Madero Izaguirre

**Dr. Mauro Madero Ardito 

Las enfermedades alérgicas constituyen un grupo importante de patologías en la práctica de los médicos, especialmente por la frecuencia con que se presentan en la población general (ej.: Rinitis alérgica), por la posibilidad de que ocasionen procesos crónicos (Ej.: Asma Bronquial, o Dermatitis Atópica), porque a veces llegan hasta estadios de irreversibilidad (Asma Bronquial crónico) y también por que en un numero limitado de casos pueden ocasionar mortalidad (Ej.: Shock Anafiláctico o ciertas formas de reacciones a medicamentos).

A pesar de la importancia señalada y del hecho incontrovertible de que todos los médicos independientemente de la especialidad que realicemos enfrentamos una o más veces reacciones de alergia, el conocimiento de la misma se mantiene muy limitado lo cual nos expone a frecuentes errores en el diagnóstico y derivado de ello en el tratamiento de nuestros pacientes. 

A primera instancia resulta de gran utilidad el definir 2 términos muy comúnmente usados como son los de atopia y alergia.  

Atopia es la predisposición heredada para formar IgE en altas concentraciones, lo cual implica, en primer lugar, que lo que se hereda es esta predisposición y no necesariamente la enfermedad y, en segundo lugar, el hecho de que ser atópico no implica obligatoriamente la existencia de cuadro clínico. 

Alergia es la expresión clínica de la enfermedad atópica y consecuentemente es el porqué a las enfermedades que cursan con IgE elevada se las conoce también como enfermedades atópicas (Asma, Rinitis, Dermatitis Atópica, alergias alimentarias). 

La Inmunoglobulina E (IgE) descubierta hace apenas 37 años (1966) por los esposos Terumo y Kimisighe Ishizaka es la molécula que tiene el papel central de un conjunto complejo de reacciones que llevan a la manifestación clínica de la enfermedad atópica o alérgica.  

Aunque el aumento de los títulos de IgE esta frecuentemente asociado a la enfermedad atópica, debe tenerse en cuenta que también se pueden encontrar niveles altos de IgE en otras enfermedades no atópicas (Cuadro 1-1) 

* Medico Especialista en Alergia e Inmunología Clínica

** Medico Clínico

 

Cuadro 1.- Enfermedades relacionadas con aumento de IgE sérica total

La IgE es una molécula glicoproteica compuesta en su mayor parte por proteína y en una pequeña proporción por carbohidrato. Consta de 4 cadenas de aminoácidos, 2 son llamadas cortas o livianas (Cadenas L) y las otras 2 son largas o pesadas (Cadenas H ). 

Las cadenas livianas, de acuerdo con su constitución particular, pueden tener 2 variantes que se han llamado kappa (K) o Lambda (L) pero hay que aclarar que en una sola molécula de IgE siempre serán iguales las 2 cadenas livianas, es decir, tendrá las 2 livianas del tipo K o las 2 del tipo L, más nunca puede haber en una misma molécula 1 K y 1 L.

Las cadenas pesadas por su parte son también iguales entre sí y de acuerdo con su constitución son de la variedad conocida como epsilon (E), diferentes a las otras 4 variantes de cadena pesada que son la Gamma (G), Alpha (A), Mu (M) y Delta (D). 

Tanto las cadenas livianas como las pesadas están formadas por segmentos de aproximadamente 110 aminoácidos a los que se llaman dominios los mismos que están unidos entre sí de modo covalente por puentes o uniones disulfuro. En la IgE existen 2 dominios en cada cadena liviana y 5 dominios en cada cadena pesada. Al igual que como ocurre en los otros tipos de inmunoglobulinas, en las cadenas livianas y pesadas hay dominios llamados constantes (porque los aminoácidos que los componen mantienen siempre  la misma secuencia) y dominios variables  (porque la secuencia de sus aminoácidos varia de una molécula a otra) que son los que por su variabilidad de secuencia determinan la especificidad para el antígeno. La nomenclatura de los dominios depende de la característica descrita, así en la cadena liviana hay un dominio constante (CL) y un dominio variable (VL) mientras que en la pesada hay 4 dominios constantes (CH1, CH2, CH3 y CH4) y 1 variable (VH). 

Las funciones más importantes de la IgE se dan en sus extremos: por el lado de sus dominios variables se une específicamente al Ag mientras que por el otro extremo, a través del CH4 tiene capacidad para unirse a la membrana de la célula cebada, esto gracias a un receptor presente en la superficie de esta célula que tiene gran afinidad para la IgE, receptor que es conocido como Receptor de alta afinidad para el Fc de la IgE (FceRI). La IgE también puede unirse a eosinófilos y plaquetas a través de otros receptores expresados en la superficie de estas células y que en este caso se conocen como Receptores de baja afinidad (FceRII). 

Las cantidades de IgE son tan pequeñas en relación a las otras Igs que existe por ejemplo 10000 veces menos IgE que IgG. De igual manera se puede apreciar lo escaso de la IgE cuando se compara la proporción en que se encuentran las 5 Igs en el suero, donde se ve que mientras la cantidad de IgG es aproximadamente el 75 %, la IgA el 15 %, la IgM el 10% y la IgD el 0.4 %, la IgE es apenas el 0.004% de la suma de todas las Igs. 

La producción de la IgE en los atópicos se realiza por el estímulo de diversos antígenos presentes en diversos alergenos como pólenes, ciertos ácaros, alimentos o caspas de animales. También puede inducirse su producción por antígenos de helmintos nemátodos y tremátodos pero no la inducen los protozoos. El sitio donde se produce la IgE es principalmente a nivel de la submucosa de los tractos respiratorio y digestivo y en los ganglios de drenaje de estos aparatos. 

Una vez secretada por las células plasmáticas, la IgE pasa a circulación y rápidamente se va a fijar en sus receptores de alta y baja afinidad presentes en la superficie de las células antes mencionadas. 

Al momento del nacimiento generalmente no existe IgE debido a que durante la vida in útero no hay estímulos antigénicos, sin embargo últimamente se ha visto que en algunos niños pueden existir al nacer pequeñas cantidades de IgE contra ciertos Ags (  ) los que pueden atravesar la barrera placentaria y estimular el sistema inmune del feto. 

Las títulos normales de IgE aumentan progresivamente desde el nacimiento, conforme el niño va recibiendo estímulos antigénicos, hasta los 10 - 12 años en que se alcanzan los títulos del adulto. 

                                        Cuadro 2.-  Títulos normales de IgE

Al determinar los títulos de IgE lo primero que debe considerarse es si nos referimos a IgE total o a IgE específica. IgE total es la suma de todas las moléculas de IgE contra las múltiples especificidades antigénicas que tenga el individuo mientras que IgE específica es la cantidad de IgE contra un antígeno determinado.  

Los individuos atópicos pueden presentar alergias múltiples durante su vida e incluso en un momento determinado de la misma, esto significa que tienen IgE específica contra múltiples alergenos y consecuentemente por ello los títulos de IgE total son comúnmente más altos entre la población atópica en relación a los no atópicos. Sin embargo, encontrar IgE sérica total en concentraciones normales no descarta el diagnóstico de enfermedad atópica ya que pudiera existir IgE especifica elevada a uno o pocos alergenos y ello no dar repercusión mayor en la cifra total la misma que se podría entonces mantener dentro de títulos normales. De hecho, se ha demostrado que aproximadamente la mitad de los pacientes con alergia IgE tienen una IgE total dentro de valores normales, por tanto, el valor predictivo de esta prueba es bastante limitado, pero también hay que considerar que como los títulos elevados de IgE son muy comunes en ciertas formas de alergia, especialmente las que implican compromiso de piel y mucosas, el encontrar niveles plasmáticos altos de IgE obliga a la realización de otras investigaciones IgE específicas para un alergeno. 

Por lo mencionado, el diagnóstico de una alergia no puede hacerse dependiendo exclusivamente de que si el título de IgE total está elevado o no, sino que se debe fundamentar en la evaluación de varios parámetros como herencia, cuadro clínico, relación con alergenos y lógicamente en los casos en que se pueda hacerlo, el titulo de IgE especifica para los alergenos probablemente implicados. 

Los valores de IgE sérica total varían  en general dependiendo de la patología vinculada, por ello es posible observar que los valores promedio encontrados entre los atópicos, son más altos en los casos de Dermatitis atópica y luego en orden decreciente se ven los del Asma Bronquial y los de Rinitis Alérgica. En cambio entre los no atópicos los mayores valores corresponden a los pacientes con Mieloma de IgE (Fig #)


 

Figura # 1.-  Valores promedio de IgE encontrados en enfermedades

                    Atópicas y no atópicas.

A más de su función en las enfermedades alérgicas, la IgE también tiene actividad importante en el control de ciertas infestaciones parasitarias lo cual se logra por dos mecanismos, el primero generando una inflamación local que lleva a la expulsión mecánica del parásito o segundo, actuando como opsonina sobre el parásito y permitiendo así que de esta forma se fijen al parásito los eosinófilos que entonces se degranulan y liberan la Proteína Básica Mayor que a su vez produce lisis en la cutícula de ciertos parásitos y ello permite luego a células fagocitarias penetrar al citoplasma y destruir al parásito.

 

Bibliografía.- 

¨       Holgate ST, Church MK, Lichtenstein LM. Allergy. Mosby, International Ltd. 2002

¨       States DP, Terr AI, Parslow TG. Inmunología Básica y Clínica. Ed. Manual Moderno 1998

¨       Abbas AK, LichtmaAH, Pober JS. Inmunología Celular y Molecular. Interamericana. McGraw-Hill 1995

¨       Kuby J. Immunology. W. H. Freeman and Company. 1997

¨       Moreno J. Respuesta Inmune y Mecanismos de Autoinmunidad. Ed. LIMUSA 1996

¨       Rojas W. Inmunología. Corporación para Investigaciones Biológicas. Medellín, Colombia. 1999

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