Alteración
de los cromosomas y aborto. Cuál
es la relación?
Al
menos un 50 % de los abortos espontáneos son causados por embarazos
genéticamente anormales y el 48 % de
éstos implican una o varias
anormalidades. El síndrome de Turner es la anomalía cromosómica específica
más común, siendo la responsable del 20 % de todos los abortos por
anormalidad genética.
Se
estima que el aborto espontáneo ocurre entre el 15 y el 20 % de los embarazos
reconocidos clínicamente. Si se incluyeran las gestaciones no reconocidas, la
incidencia aumentaría hasta el 40 o
al 60 %. El aumento en la sensibilidad de las pruebas de embarazo y la
mejora en la tecnología ecográfica permiten ahora diagnosticar el embarazo
en sus primeros estadios. Quizás el punto más importante es que la
ecografía nos puede ayudar a determinar un embarazo normal, de aquel que va
destinado al fracaso.
La
mayoría de los abortos espontáneos
clínicamente reconocidos que se producen después de las ocho semanas de
gestación, en realidad presentan una pérdida antes de esas 8 semanas.
Una vez demostrada la actividad cardiaca en el embrión, solo el 5 % de
esas mujeres tendrán un aborto espontáneo.
Si no hay evidencia de sangrado en el sitio de implantación del
embarazo, la incidencia de aborto baja a cero.
Las
pacientes que han sufrido un aborto presentan una amplia gamma de reacciones
psicológicas que incluyen duelo, shock, enfado, culpa
y depresión, con perdidas posteriores estas reacciones pueden
intensificarse. Aproximadamente
el 5 % de las parejas experimenta dos pérdidas consecutivas en el primer
trimestre y el 1 % tiene tres o más pérdidas y la causa de esto puede ser:
genética, inmunológica, endócrina, anatómica, infecciosa o ambiental.
En muchos casos no se puede determinar la causa exacta .
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