Ecografía y rayos X durante el embarazo

El uso de la ecografía durante el embarazo tiene una importancia vital, ya que por medio de este método, podemos evidenciar el buen desarrollo de la gestación o detectar alguna anormalidad que se presente.  

Se puede determinar el tiempo del embarazo ya sea midiendo la distancia del saco gestacional, el diámetro de la cabeza del feto, longitud cráneo - rabadilla, longitud el hueso de la pierna, diámetro de la circunferencia abdominal y calcular mediante este último dato el peso fetal.

También establece la posición del feto, permite el diagnóstico y control de los embarazos múltiples (gemelos, trillizos, etc.)   Detecta alteraciones desde el principio del embarazo (aborto diferido, huevo huero, embarazos fuera del útero), permite  identificar malformaciones y sirve de ayuda excelente en el estudio del líquido amniótico por punción.  Con este examen se hace posible determinar la localización de la placenta y el grado de madurez de la misma, la cantidad aproximada de líquido amniótico y valorar el crecimiento y desarrollo fetal; fortalece los lazos conyugales y al mismo tiempo ayuda en la relación de pareja ver en la pantalla los movimientos y los latidos cardiacos fetales.  Hasta la fecha actual, no se ha presentado un informe en la literatura médica sobre efectos nocivos producidos en el feto  por el uso de la ecografía.

En la exploración con rayos X, la exposición  a las radiaciones es en mayor o menor grado.  De tal manera que cualquier dosis de rayos X recibida, en principio, es indeseable.  Los rayos X tienen acción biológica y por lo tanto pueden provocar lesiones, por lo que toda exposición a rayos X, tiene que tener indicaciones precisas.   La unidad de medida de los rayos X se llama rad.  Cada año por término medio, nuestro organismo recibe en su totalidad una dosis de 0.1 rad, debido a las radiaciones naturales.  En la irradiación total de todo el organismo la dosis generalmente mortal es de 500 rads. Se admite que la dosis que dobla la frecuencia de malformaciones congénitas espontáneas es de 30 a 80 rads.  Ciertas legislaciones recomiendan  la interrupción del embarazo  cuando el embrión ha absorbido 10 rads, lo cual queda a criterio del médico;  en la práctica común es excepcional que el embrión  alcance los 10 rads.  Toda mujer gestante debe notificar al médico antes de que le practiquen una radiografía, sobre todo si es dentro de los primeros tres meses de gestación que es  cuando el embrión se está formando y sus órganos son muy sensibles a cambios provocados por agentes externos.

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