Herpes Genital - Infección y Enfermedad 

La infección genital puede ser sintomática o asintomática.  Los síntomas de la infección se describen como herpes genital, e incluye la infección primaria, el primer episodio, y los rebrotes recurrentes. 

Cuando el VHS  penetra en la mucosa genital o en la piel lastimada, se multiplica hasta llegar a niveles de causar la  lesión  clásica de ampollas, además del dolor que acompaña a los síntomas generales.

Solo el 40 % de las infecciones producidas por el tipo II  son sintomáticas; de manera que una persona puede haber sido infectada por el virus tipo II y permanecer sin molestias por algún tiempo antes de que los signos clínicos aparezcan.

Generalmente los episodios primarios son prolongados y con síntomas muy intensos. Se dice que la enfermedad es recurrente cuando se presentan exacerbaciones sintomáticas de la enfermedad, ocasionadas por la reactivación de una  infección latente. Estos por lo general son de menor duración, menos severos y de sintomatología más localizada de lo que se observa en los episodios primarios.  De cualquier manera, la incomodidad física  frecuente y las exacerbaciones del herpes genital recurrente pueden constituirse  en un recuerdo constante de la presencia de la enfermedad.

 La prevalencia variable de la infección producida por el virus del herpes entre los diferentes países y regiones se debe principalmente a la variación en los factores demográficos, culturales y de comportamiento (edad, distribución, patrones de mezcla sexual, etc.)  El conocimiento de la prevalencia  local de la infección producida por el virus del herpes I y II, así como el estudio del perfil de riesgo individual de cada paciente, son ayudas importantes en el diagnóstico de la infección genital producida por el virus del herpes (VHS).

La mayoría  de pacientes con VHS genital encuentran a esta infección emocional y sicológicamente perturbadora, muchos se sienten estigmatizados, mientras que otros viven con el temor de ser descubiertos  y con ello juzgados o rechazados por su pareja sexual.  Para algunos pacientes la perturbación y ansiedad disminuye con el tiempo, pero para otros, los sentimientos de aislamiento, disminución de autoestima y de depresión puede persistir inclusive luego de varios años de vida con dicha enfermedad.  El diagnóstico rápido y preciso permite  un manejo adecuado, principalmente de aquellos relacionados con el consejo médico y con el tratamiento terapéutico, con el objeto de aliviar el peso psico-social que el herpes genital conlleva.

La infección primaria de herpes genital durante el tercer trimestre del embarazo pone en riesgo  de infección al neonato, con el riesgo consecuente de herpes neonatal, el cual tiene una de las tasas de mortalidad más altas cuando no ha sido tratado (sobre el 60 %) que cualquier otra infección durante el período neonatal y los supervivientes quedan con severas lesiones como es el caso del retardo mental y la ceguera.  El tratamiento con antivirales reduce la mortalidad al 10 %, pero el daño neurológico es una secuela común en estos pacientes.

Un diagnóstico rápido y preciso de las lesiones de herpes genital permitirá:  - un tratamiento efectivo para aliviar la sintomatología; - prevenir el impacto potencial de herpes neonatal, por medio de la identificación de pacientes de mayor riesgo durante el último trimestre del embarazo. – identificar los grupos poblacionales de mayor riesgo de adquirir la infección por VHS.  Adicionalmente y como la mayor parte de los casos de transmisión viral, se producen  durante los períodos de eliminación viral asintomática, la mejora  en la exactitud y certeza del diagnóstico contribuye a disminuir la diseminación de la infección producida por VHS.