El asma bronquial,
epidemia mundial
Tratando de simplificar las cosas, uno podría decir que asma bronquial es una enfermedad caracterizada por la inflamación persistente de la vía aérea, lo que condiciona síntomas respiratorios variados y con tendencia a la cronicidad. El principal problema estriba en la obstrucción de los conductos que transportan el aire hasta los pulmones (bronquios y bronquiolo s), con la consiguiente limitación de esta función. vital para la vida.
Sin embargo y como veremos, esta alteración va más allá del bronquio y del pulmón, afectando el desarrollo y el bienestar del enfermo, de su familia y de la sociedad en general.
En primer lugar, el concepto del asma como enfermedad respiratoria pura .no va más. De hecho, debe entendérsela como una manifestación de una condición mucho más amplia que conocemos con el término Alergia.
Una persona alérgica puede sensibilizarse frente a eleípentos que se encuentran en el ambiente (llamados alergenos) y a los que normalmente no respondemos. Esta sensibilización alérgica es mediada por nuestro sistema de defensa orgánico (Sistema Inmune), que "se confunde" y comienza a producir un tipo especial de anticuerpos (denominados Inmunoglobulina E o IgE) que son los que responden frente a esos alergenos.
El resultado de esta respuesta defensiva es la inflamación de los tejidos y órganos que pudieran. estar
involucrados, de tal manera que las diversas enfermedades alérgicas se darán de acuerdo al sitio en que se establezca dicha respuesta. En el caso de que esto
ocurra en. los bronquios, provocarán los cambios funcionales y estructurales conocidos como asma.
Vale mencionar que .la vía aérea superior - nariz y faringe - puede también verse afectada, generando rinitis orinofaringitis alérgicas, que actualmente son consideradas como factores de riesgo para desarrollar asma en el futuro. En términos
sencillos, se podría decir que el asma y la..rinitis son los dos polos de la misma enfermedad alérgica respiratoria y que una puede conducir a la otra.
La genética tiene mucho que ver en el desarrollo de las alergias en. general y del asma en particular, pero son necesarios también los estímulos ambientales para generarla. Así, mientras más antecedentes familiares tenga, más riesgo poseo de presentar la enfermedad, sobre todo si mi aparato respiratorio ha estado expuesto a alergenos e irritante s ambientales extraordinariamente perjudiciales como el
humo de tabaco.
Es importante mencionar que la inflamación persistente en las estructuras respiratorias, condiciona a la larga un estado de hiperexcitabilidad llamado
hiperactividad bronquial; esto significa que no sólo los alergenos a los que somos
sensibles podrán desencadenar los síntomas, sino también otros irritante s y situaciones a los que estamos expuestos en la vida
diaria: humo de cigarrillo, cambios de temperatura, ejercicio, estrés emocional, etc.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la inflamación crónica de la vía aérea produce a lar&o plazo un cambio definitivo en la arquitectura de los bronquios, trayendo consigo algo denominado "remodelamiento" de estos conductos y la limitación sostenida e irreversible de la función pulmonar con la consiguiente intolerancia al ejercicio
físico o al simple incremento de la actividad física habitual.
Imagínese lo que esto puede causar en un niño desde el punto de vista psicológico, de adaptación al medio y del desarrollo.
Por eso es tan importante diagnosticar y tratar el asma lo más tempranamente posible, porque mientras más rápido se lo haga, mejor será el resultado a largo plazo y la persona afectada tendrá una mejor calidad de vida en el futuro. Además, podrán ser evitadas situaciones potencialmente riesgosas para la existencia del enfermo, porque una de las .metas en el manejo de esta enfermedad es evitar las crisis agudas que eventualmente pueden ser mortales.
Piense usted en que el 80% de los asmáticos ya ha tenido síntomas antes de los 4 años de edad y sin embargo en mucho de esos casos el tratamiento es diferido en el tiempo, sin tener una razón válida para hacerlo. En otras palabras, no es cierto que el asma
bronquial no exista en los niños pequeños y que deba esperarse hasta que crezcan para tratados.
Hubiésemos podido evitar mucho sufrimiento personal y familiar, muchos costos sociales y económicos si hubiéramos entendido mejor el origen y el desarrollo del asma y, por supuesto, la manera de enfrentada.
Porque la prevalencia del asma bronquial (es decir, el número total de asmáticos en la población), ha aumentado asombrosamente en los últimos veinte años por causas que aún no están del todo definidas. Parecería ser que los cambios en las condiciones de vida, la exposición mayor a alergenos e irritante s respiratorios y la disminución de infecciones en períodos temprano s de la vida tienen que ver con ese incremento.
Además, la mortalidad por esta afección también ha aumentado, lo que convierte a este mal en un verdadero problema de salud pública. Probablemente, el diagnóstico tardío y un tratamiento mal diseñado sean parte de las causas de muchas de las muertes por asma.
Por otro lado, las enfermedades alérgicas en general y el asma bronquial como parte de ellas generan ingentes pérdidas económicas y sociales, ya que son las enfermedades crónicas más comunes en todo el 'mundo y las que más ausentismo laboral y escolar ocasionan.
Parte del problema radica en que nos cuesta aceptar que nosotros o un. hijo nuestro podamos sufrir una enfermedad crónica y, por ende, a muchos médicos nos da temor emplear el término "asma" para definir la condición de un paciente, sobre todo si es un niño. Pero eso es un grave error, porque tener asma no significa ser inválido y, con los cuidados adecuados, cualquier asmático puede llevar una vida completamente normal y sin limitaciones. Muchos campeones olímpicos son asmático s y esta
condición no ha menguado su capacidad física y el logro de sus metas.
Negar la enfermedad usando términos como "principio de asma", "bronquitis asmatiforme", "tos alérgica" u otros
similares, lo único que hace es retardar un diagnóstico oportuno y posponer el tratamiento racional y adecuado, en perjuicio del afectado.
Sobre todo, porque muchas veces el asma no debuta con una crisis, sino con síntomas sutiles como tos persistente o alteraciones al hacer ejercicio (tos, cansancio extremo) o al reírse o al estar sometido a cambios de temperatura ambiental, por ejemplo. Interpretar esos cambios sin importancia aparente es nuestra labor como especialistas en Alergia.
Esos síntomas velados pueden ser como la punta del iceberg, que nos está diciendo que en la profundidad de nuestro aparato respiratorio la inflamación progresa sin ser vista y daña paulatinamente nuestros bronquios y pulmones, llevándonos en algunos casos, como ya se mencionó, a cambios 110 recuperables.
Además, el tiempo que se pierde intentando terapias que no han demostrado científicamente su validez, puede ser
invaluable para el paciente.
Los Alergólogos estamos en capacidad de actuar prontamente y adelantamos en la medida de lo posible a los acontecimientos, tratando de asegurar Una óptima calidad de vida y el buen desarrollo de la persona afectada, a través del diagnóstico precoz y del tratamiento dirigido a controlar los dos grandes problemas en el asma: la Inflamación
y la Alergia.
El mecanismo inflamatorio se trata con las llamadas medicinas preventivas, que, más que tratar síntomas presentes, van a evitar que estos aparezcan. Esto es lo ideal: No tener síntomas que tratar.
Al momento, contamos con dos clases de fármacos que nos pel111iten hacer esto: los corticosteroides
inhalados y los modificadores de leucotrienos.
Los corticosteroides inhalados se usan a través de aerosoles que se aspiran por la boca y
son los más potentes antiinflamatorios de uso en el asma que se conocen. A veces, se asocian a broncodilatadores de acción prolongada, sobre todo, en el asma de más
difícil control. Debe recaIcarse que son medicamentos muy seguros para usar a largo plazo y que existen
una serie de mitos al respecto que, en todo caso, no tienen ningún asidero científico.
Los modificadores de leucotrienos (o antileucotrienos, para abreviar), se usan en forma de tabletas y están dirigidos a controlar los más potentes mediadores de la inflamación que se liberan en la respuesta alérgica (los llamados cisteinil..leucotrienos).
Cabe destacar que los medicamentos broncodilatadores de acción corta (como el salbutamol o el fenoterol, por ejemplo), sólo deberían ser usados para manejar crisis agudas y no como tratamiento a largo plazo, error comúmnente cometido.
En cuanto al tratamiento de la alergia en sí, que es el origen del asma en la inmensa mayoría de pacientes, el único medio seguro y confiable del que actualmente disponemos es la inmunoterapia específica o vacunas para alergia. La finalidad de esta es bloquear la respuesta inmunoalérgica y controlar la evolución en la raíz de la enfermedad.
Afortunadamente, actualmente contamos con vacunas cada vez más específicas, purificadas, seguras y potentes, que pueden ser administradas a intervalos más prolongados (mensuales) e incluso por la vía oral.
Al momento, se están desarrollando otros tipos de tratamientos y -por ejemplo- pronto tendremos capacidad para usar bloqueantes de las inmunoglobulinas E que, como recordarán, son las que identifican y se unen a los alergenos que provienen del ambiente, dando inicio a la cascada de inflamación generadora de los síntomas.
En resumen, el diagnóstico oportuno de esta enfermedad inflamatoria; el uso correcto de medicación preventiva a largo plazo; la utilización de vacunas de alergia que modulen el curso inmunológico de la enfermedad; y, el conocimiento más profundo de este mal, son los pilares que nos permitirán a los Alergólogos continuar
combatiendo con éxito a esta epidemia mundial *.
Autor:
Dr. MANUEL VITERI
Alergólogo Pediatra Guayaquil
Kennedy norte
Av. José Santiago Castillo, Mz 128, Solar 6, Condominio Juliana
2, Planta baja, local 3
Teléfono:
5052322
Celular:
0993450941 - 0995907344
E-mail:
manuelviteriallergist.com
Guayaquil, Ecuador.
|
|
|
|
|
|
|
|
|