Esta patología afecta
cada vez más a nuestra población, así como poblaciones similares a la nuestra,
es decir países en vías de desarrollo, no sólo por las catástrofes naturales
que puedan darse en poblaciones sin infraestructuras adecuadas, sino por los
crecientes índices de violencia, donde las víctimas son escogidas al azar y
por lo que representan, una sociedad, un grupo o un mero emblema que se escoge
para intimidar, doblegar u odiar.
De los desastres
naturales ocurridos en el siglo XX el 85% se dieron en países del tercer mundo
( con un contexto social e infraestructura vulnerables), dejando 1500 millones
de damnificados. (Hernán Santacruz, Colombia)
Los siniestros por la mano
del hombre son especialmente impactantes, ya que no concuerdan en nuestra
mente con lo que se considera un ser humano sensible hacia los otros, esto
nos resta confianza en el prójimo, y desesperanza. Debemos considerar como
factores generadores de la violencia las crecientes aglomeraciones en zonas
urbanas que no pueden ofrecer las mismas oportunidades a todos, las nuevas
ideologías mal entendidas de autosuficiencia, la escasa educación y la
creciente pobreza que hacen que el ser humano se deshumanice y trascienda a
través de grupos cuyo poder estriba en la intimidación.
Consideremos que en
nuestra población 6 de cada 10 (60%) mujeres es maltratada por su pareja, el
50% de los niños también está en condiciones de maltrato, con la emigración
éstas cifras tienden a aumentar, y esto se refleja en el creciente aumento de
la violencia (BID. 1997) ( CEPAM. 1997)
El concepto de estrés
postraumático
data del siglo XIX, después de múltiples debates entre psiquiatras europeos.
En 1980 con el DSM III el trastorno de estrés postraumático surgió para la
psiquiatría estadounidense como una entidad diagnóstica separada dentro de los
trastornos de ansiedad. El 1994, en el DSM IV se distingue el estrés agudo
ante un evento adverso y el propio estrés postraumático, haciendo hincapié en
la vulnerabilidad del individuo que lo sufre para adaptarse y contrarrestar la
ansiedad.
Los síntomas del estrés
postraumático
según nuestro Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales
y según los estudios que lo reportan son:
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Recuerdos Vívidos,
recurrentes e intrusitos del evento traumático, “flashbacks”
-
Ansiedad intensa
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Hipervigilancia
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Hiperactivaciòn
neurovegetativa que evidencian un desequilibrio en el organismo.
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Reexperimentaciòn
dramática del hecho
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Insomnio , pesadillas
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Reacciones evitativas
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Trastornos disociativos
-
Apagamiento afectivo,
falta de expresividad emocional.
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Como el hecho traumático ha sobrepasado la resistencia del individuo,
éste no puede hacerle frente con sus propios recursos internos (esto es lo
que diferencia el estrés agudo del estrés postraumático).
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La duración y la gravedad
del trastorno tienen que ver con la experiencia traumática.
El pronóstico
se hace en base al individuo, a los síntomas, a la duración de los mismos y a
la respuesta al tratamiento. Las primeras semanas un individuo que ha sido
expuesto a un evento traumático, como un desastre natural o un acto violento
que amenazó su vida, reacciona con síntomas de estrés agudo.
Si los síntomas empeoran
y se sostienen se puede estar diagnosticando un estrés postraumático. Este
individuo expuesto necesita un tratamiento especializado, psiquiátrico, desde
el inicio de los síntomas de estrés ya que los síntomas son un reflejo del
daño que está sufriendo en ciertos circuitos neuronales, principalmente el
hipocampo.
El 50%
de los individuos expuestos a un estrés postraumático se recuperan a los 3
meses, el 30-40% necesitará una intervención Psiquiàtrica importante para su
mejoría, y el 10% tienden a la cronicidad incluso con tratamiento.
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Se considera que los sujetos que poseen una red de apoyo familiar y
social
que ofrece respaldo, acompañamiento y solidaridad tienen mejor pronóstico.
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Manejo y tratamiento:
el tratamiento debe impartirse desde el inicio de los síntomas, la
farmacoterapia es imprescindible, y la psicoterapia individual para que el
individuo logre elaborar lo vivido.
Víctor Frankl. Psiquiatra
Vienés, que estuvo en los campos de concentración en Auschwitz, durante la
segunda guerra mundial, apoyaba su resistencia en su
voluntad de encontrarle un sentido a la vida,
y aseveraba en su mente que el sufrimiento era parte de tal porque es
inevitable, y que la libertad humana estriba en la actitud que se tome frente
al mismo. Usted decide cómo va enfrentar los hechos, como quien pasa un mal
rato o como una víctima!
QUÉ LO PREDISPONE A USTED A SUFRIR UN ESTRÉS POSTRAUMÁTICO?
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Haber sufrido un
suceso traumático en la infancia
-
Haber tenido algunos
períodos prolongados de depresión previos
-
Rasgos dependientes
de personalidad, muy marcados
-
Rasgos paranoides de
personalidad, muy marcados
-
Trastornos de
personalidad bordeline o antisocial
-
Un sistema de apoyo
muy irregular o inadecuado (pocos amigos o familiares que lo apoyen y
ayuden)
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Aislamiento social
-
Vulnerabilidad
genética o física (vulnerabilidad constitucional)
-
Cambios resientes
que representen mucho estrès
-
Pensar que los demás
tienen el control de nuestras vidas, que ellos disponen con sus actos
cómo nos vamos a sentir y actuar.
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Ingesta de alcohol o
abuso de sustancias psicoactivas (de manera reciente)
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Una enfermedad grave
en sí mismo o la familia
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Haber enfrentado
otro hecho traumático, y si es reciente aumenta el potencial lesivo para
el cerebro.
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Muerte de un
familiar, separación u otro motivo que cause conmoción en la vida del
que sufre cualquier hecho traumático.
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Consejo:
Evite ser vulnerable, evite accidentes y riesgos cuidando de sí
mismo, recuerde el único que vela por usted es usted mismo, así mismo cuide su
salud mental y trabaje por ser mejor cada día, fortalecido y con un sentido en
la vida podrá hacer mejor frente a los avatares de la vida que son más
frecuentes de lo que pensamos.
Y principalmente nunca deje que su vulnerabilidad lo convierta
en víctima, quien piensa y se afianza en una posición de víctima atraerá los
victimarios, cuídese de cómo piensa en usted mismo.