Una de las novedades del siglo XX fue
el RETIRO LABORAL que significo para muchos trabajadores una etapa
de descanso y el recibir un sueldo que sin trabajar cubriera las
necesidades básicas. Bajo
esa filosofía nace en la sociedad
europea el pensionamiento y es trasladado a la América
Latina bien entrado el
novecientos, pero la copia en este lado del globo terráqueo
no represento las mismas ventajas que su mecanismo original.
Lo cierto es que por estos
lares la población laboral piensa hasta el cansancio para dar un
paso tan grave que conlleva perdidas como del poder adquisitivo,
del estatus social, de
la imagen al interior del grupo
familiar, del
autoestima. De ahí que no faltan los casos de severas depresiones,
y de una serie de manifestaciones psicosomáticas ,mal carácter,
aumento de la presión arterial, dolores de cabeza, dispepsias,
malestar intestinal, etcétera.
Entre tanto, el meollo del
asunto radica en la falta de recursos económicos que se inicia
al renunciar al empleo para empezar un tramite que se dilata
en forma desmedida, al punto que puede durar de un ano a una
década. Luego, el monto mensual asignado es generalmente irrisorio,
en forma de que no alcanza para absolutamente nada.
Todo el proceso deja
huellas que marcan al individuo para siempre..Ante ese panorama las
sociedades occidentales programaron los TALLERES DE PREPARACIÓN A
LA JUBILACIÓN cuyo objetivo es concienciar al futuro pensionista en
los riesgos y prerrogativas de la fase que les tocara vivir, a fin
de paliar de alguna manera el impacto que en múltiples esferas de
la existencia provoca.
Desafortunadamente, las
criticas condiciones actuales del país hacen mas difícil el trance
del retiro laboral y ponen en duda su futuro.