El beneficio de la Luz Ultravioleta en Psoriasis

 

GILDA ZURITA

Dra. GILDA  ZURITA SALAZAR - Dermatóloga Guayaquil

Kennedy Norte, calle José Santiago Castillo y Justino Cornejo, Edificio Kennedy Bussines, Local 2
Teléfono: 2690071 Celular: 0967752861

Página web: www.dragildazurita.com
Guayaquil, Ecuador

ver perfil de médico en Ecuador Mensaje whatapp

Las radiaciones del sol, ultravioletas –UVB y UVA-, visibles e infrarrojas,  son las responsables de que el planeta tierra sea habitable.  Todos los organismos vivientes requieren la  energía solar para sus actividades metabólicas asociadas con el crecimiento y el desarrollo, como es el caso de la fotosíntesis en las plantas y la absorción de la vitamina D en el ser humano.   

Para los antiguos griegos, Apolo, el dios del sol, fue considerado el dios espiritual de la sanación; y Esculapio, su hijo mortal, fue considerado el primer médico.  En esta tradición de asignar al sol un status divino y propiedades curativas tenemos también a los sanadores de la antigüedad en Egipto y la India, quienes, por ejemplo, para el tratamiento del vitíligo empleaban extractos de plantas –como  Ammi majus y Lineo- más la exposición del paciente al sol. 

El empleo de la luz solar y de fuentes artificiales de radiación ultravioleta (conocido esta último como fototerapia) para la prevención y tratamiento del raquitismo, causado por la deficiencia de la vitamina D, y en el tratamiento de algunas formas de tuberculosis cutánea, comenzó a fines del siglo XIX.  Las mejillas rosadas y el bronceado significaban entonces salud resplandeciente. Sin embargo fue más adelante, cuando se observó que el sol podía provocar el cáncer  y el aspecto envejecido de la piel, que los usos terapéuticos de la radiación ultravioleta perdieron su nivel  original de confianza.  

Es en las últimas décadas que se ha recuperado el valor de la fotomedicina, gracias al conocimiento profundo de la fotobiología molecular, que ha llevado a emplear las radiaciones ultravioletas y  visibles en diversos trastornos de la piel, así como también a desarrollar esquemas de tratamientos altamente eficaces para éstos. Así tenemos que la radiación ultravioleta combinada con sustancias químicas fotosensibilizantes y sin ellas, se la emplea ahora para tratar algunas enfermedades, tanto benignas como malignas, tales como psoriasis, dermatitis atópica, pitiriasis liquenoide crónica, micosis fungoide, entre otras.   

Si de estas enfermedades consideramos por ejemplo, la psoriasis, veremos que estamos ante una enfermedad que puede ser física y psicológicamente discapacitante, siendo aún desconocida su causa y su cura definitiva. Sin embargo desde hace tiempo se ha observado que la psoriasis suele mejorar con la exposición al sol; pero fue en 1925 cuando Goeckerman realiza por primera vez la irradiación de las lesiones de psoriasis con una lámpara de mercurio, que emitía espectros discontinuos de radiación UVA y UVB, más la aplicación tópica de alquitrán de hulla. Desde entonces la fototerapia ha sido un pilar en el tratamiento de la psoriasis durante más de 80 años. En 1974 se observó que la utilización de la luz ultravioleta combinada con la aplicación o ingesta de sustancias fotosensibilizantes como los psoralenos, sustancias que  pueden encontrarse en forma natural  o pueden sintetizarse químicamente, era una técnica muy efectiva para el control de la psoriasis, y dio lugar al concepto de fotoquimioterapia, conocida más comúnmente con el acrónimo PUVA, ya que los psoralenos son activados, especialmente, por la luz ultravioleta A (UVA). 

La eficacia espectacular del PUVA fue confirmada por estudios realizados en la década del 70 en el Departamento de Dermatología de la Universidad de Viena, en una gran población de pacientes afectados de psoriasis. Posteriormente en todo el mundo se publicaron  resultados satisfactorios del PUVA. La  luz ultravioleta mejora la psoriasis por  varios mecanismos, como es la regulación genética de los queratinocitos, cuya proliferación se encuentra anormalmente acelerada en esta enfermedad; además puede comprometer células como los linfocitos y neutrófilos, que intervienen en la  fisiopatología de la enfermedad.  

Aunque la PUVA terapia sistémica, que consiste en la administración por vía oral de un psoraleno, habitualmente el 8-metoxipsoraleno (8-MOP), ha demostrado ser altamente eficaz en psoriasis, puede producir algunos efectos adversos que  limitan su uso en algunos pacientes, y que se presentan como nauseas, vómitos, cefaleas, eritema prolongado, muchas veces prurito, especialmente en las primeras sesiones; y pueden hacer que el paciente interrumpa la terapia antes de tiempo. Por otro lado la absorción gastrointestinal del 8-MOP es muy variable entre los individuos, lo que podría llevar a una respuesta insuficiente en aquellos pacientes que tiene una pobre absorción. El 8-MOP no debe ser ingerido por mujeres embarazadas y menores de 12 años, por lo que este grupo de pacientes son excluidos.  

El baño PUVA, que consiste en recibir un baño de tina del psoraleno diluido en agua tibia (30-37 ºC) a una concentración al 0.1%, seguido de radiación UVA, constituye una alternativa importante. En 1976, Fischer y Alsins, en Escandinava, fueron los primeros en reportar tratamientos exitosos de psoriasis con baño PUVA. Inicialmente fueron los países europeos que acogieron este tratamiento, y posteriormente se hizo popular en Estados Unidos; actualmente, por su gran eficacia, su uso es aceptado mundialmente. La principal ventaja sobre el PUVA oral es la ausencia de efectos colaterales sistémicos y el permitir una adecuada fotosensibilización  con reducidas dosis acumuladas de UVA. Los científicos  han buscado el mejor psoraleno, la adecuada concentración del psoraleno en el agua, el tiempo necesario del baño de inmersión, la temperatura del agua, el tiempo óptimo entre el baño y la irradiación UVA, tratando de conseguir la mayor eficacia terapéutica con el menor daño por la radiación ultravioleta.    

El objetivo actual del tratamiento es emplear la luz ultravioleta sola o en combinación, de la manera más eficiente posible para maximizar su efectividad y limitar su toxicidad.

 

 

 

   
  

   

         Política de privacidad

Copyright ©   
Prohibida su reproducción parcial o total sin autorización escrita