El
inicio de la menstruación ocurre por lo general entre los 10 y 16 años
(promedio 13 años de edad); inicialmente
los primeros ciclos son sin ovulación, no son dolorosos y se presentan sin
previo aviso. Posteriormente
estos ciclos serán con ovulación y entonces pueden presentarse
menstruaciones dolorosas (dismenorrea) y con la consiguiente capacidad
para embarazar.
Es
importante la educación que reciben las niñas sobre la menstruación, tanto
por parte de sus padres como en la escuela, ya que es el principal marcador
psicológico del cambio de la infancia a la vida adulta.
El
inicio de la menstruación se debe a diversos factores como son: genéticos,
socio-económicos, estado general de salud,
nutrición, bienestar, ejercicio físico, influencia estacional y tamaño
de la familia.
Tanto
la falta de apetito como la mala alimentación se asocian a un retraso de la
menarquia; igualmente ocurre con el ejercicio intenso, gimnasia y ballet.
La
edad de aparición de la primera menstruación es un determinante principal de
la duración de la exposición de una mujer a
sus hormonas secretadas internamente, asociándose
al desarrollo corporal.
Se
ha establecido que la menarquia precoz se asocia a un mayor riesgo de cáncer
del seno y a obesidad de tipo abdominal.
Por el contrario la menarquia tardía tiene menos frecuencia de
enfermedad cardiaca de las coronarias, embarazo tardío y disminución de la
frecuencia de embarazos en la adolescencia.
Parece ser que la edad de aparición de la primera menstruación
(menarquia), influye en el riesgo de padecer enfermedades a lo largo de la
vida.