Mitos
del envejecimiento
Frecuentemente
se atribuye al envejecimiento todos los problemas que un sujeto
ultrasexagenario puede presentar. Los tres mas característicos son:
la demencia,
la impotencia, y la incapacidad física.
Así
pues se insiste que cada añoso esta imposibilitado de aprender
porque su deterioro cerebral impide asimilar nuevos conceptos o en términos
modernos, no puede grabar información actualizada. Si bien es
cierto que se pierden neuronas (células que componen la masa
cerebral, éstas son tantos millones
que, sino existe una atrofia degenerativa masiva, todavía se
puede aprovechar su reserva. De manera que el proceso de aprendizaje
es viable, solo que a otro ritmo que el del joven y con una
metodología diferente. Ejemplos, hay a granel.
En
otro aspecto hoy se habla de Disfunción Eréctil en poblaciones no
consideradas gerontológicas. El axioma popular señala: viejo
directamente proporcional a impotente. Sin embargo en la práctica
se ve que en la tercera edad lo que hay es un cambio lógico en la
frecuencia de las relaciones sexuales, en la duración de las
mismas, y en el tipo de erección, pero satisfacción de la pareja.
También es innegable que el hombre considera a dichas
manifestaciones como una pérdida de su virilidad. Y lo más
llamativo radica en que los veteranos de zonas rurales no refieren
padecimientos en esa esfera de la vida diaria.
Finalmente,
a la edad se le achaca la culpa de la presencia de artrosis,
osteoporosis, diabetes, accidentes cerebrovasculares, Parkinson,
hipertensión, hipercolesterolemias, y un largísimo
etcétera. Mas la verdad es que cualquiera de las patologías
enumeradas se presenta en gente joven como en envejecí entes. La
Medicina actual ha demostrado hasta la saciedad que los
dismetabolismos (léase diabetes, colesterol elevado, etc) son
causados por malos hábitos
alimenticios, que los microinfartos cerebrales o el Parkinson
no son una exclusividad de los mayores, y así por el estilo.
En
conclusión, en el siglo XXI es muy fácil derribar los prejuicios
acerca de una etapa de la existencia que como cualquier otra posee
dificultades y tristezas, realizaciones y alegrías.
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