El
test de Papanicolau es una prueba sencilla y sin dolor a la que deben someterse
todas las mujeres con vida sexual activa.
El momento ideal para realizar el examen es después de aproximadamente
10 días luego de haber comenzado la menstruación; debido a que la presencia de
la sangre menstrual puede modificar los resultados de la prueba y obtener información errónea.
También
está indicada cuando la menstruación dura
más tiempo de lo normal o la cantidad del flujo es abundante; si hay sangrado
vaginal entre una y otra menstruación; después de las relaciones sexuales o
luego de un lavado vaginal; si ha entrado en la menopausia y presenta un
sangrado vaginal. Antes de realizar
la prueba de Papanicolau, deben evitarse los lavados vaginales y el uso de
jaleas y cremas contraceptivas, ya que estas pueden alterar los resultados de la
prueba.
El
riesgo de cáncer del útero está aumentado en los siguientes casos:
mantenimiento de relaciones sexuales con varios hombres;
comienzo de las relaciones sexuales a temprana edad;
si un examen de Papanicolau anterior reveló datos anormales;
edad comprendida entre los 45 y 55 años
de vida; si ha estado embarazada por varias ocasiones;
Si ha tenido infecciones vaginales frecuentes trasmitidas por relaciones
sexuales ( Herpes genital; condiloma
o verrugas genitales.
La
prueba de Papanicolau permite detectar el cáncer del útero desde sus etapas
iniciales; y gracias a esta prueba este tipo de enfermedad es casi siempre
curable. La mejor forma de
evitar estas complicaciones es realizándose un chequeo rutinario y con regularidad, el cual incluye el test de Papanicolau y
el examen pélvico. En el momento
de la consulta es útil que la mujer lleve una lista de preguntas
que serán respondidas por su médico y que brindará tranquilidad a la
paciente y a su familia.
El
test o examen de papanicolau es el estudio de las células del cuello del útero
o también llamada citología. Es
un examen rápido, sencillo y su costo es bajo.
Consiste es estudiar las células del cuello uterino y determinar si han
existido cambios malignos, antes de que la mujer presente algún síntoma.
Los cambios malignos pueden ir desde un cáncer limitado al cuello
uterino hasta la invasión de órganos intra abdominales.
La gran mayoría de los cambios malignos es posible curarlos si son
detectados a tiempo. Su importancia
radica en que gracias a este estudio se ha disminuido la frecuencia de
presentación de cáncer de útero. El
examen debe ser realizado una vez cada seis meses o cada año, no es doloroso y
es de mucha utilidad. El único
motivo en la actualidad para que una mujer muera de cáncer de útero es el
descuido por parte de la paciente. Es
indispensable el papanicolau anual y debe realizárselo junto con el examen
ginecológico de rutina, el cual
debe incluir el examen de los senos.
Los
factores de riesgo que aumentan la frecuencia del cáncer del útero son: