Factores
que predisponen al parto prematuro
El
parto prematuro se define como el nacimiento de un feto después de las 20
semanas y antes de haber cumplido las 37 semanas de gestación ( lo normal son
40 semanas), considerando el tiempo trascurrido desde
el primer día del último período menstrual.
En general el porcentaje
de partos prematuros varía aproximadamente entre un 5 y 15 % del total de
nacimientos.
Se
considera prematuro leve cuando nace entre la semana 32 y 36 de gestación;
muy prematuro cuando nace entre la semana
28 y 32 de gestación; prematuridad extrema cuando nace antes de la
semana 28 de gestación y los nacimientos ocurridos antes de la semana 20 se
consideran como abortos.
Existen
una serie de factores que se han asociado a un aumento de riesgo de parto
prematuro, los cuales pueden dividirse en:
estado socio-económico, historia
médica y obstétrica, hábitos durante el embarazo y complicaciones del
embarazo.
El
bajo nivel socio-económico, tanto como la
raza (las de raza negra tienen el doble de posibilidades para un parto
prematuro que las mujeres de raza blanca); la edad (el porcentaje el mayor en
mujeres menores de 20 años y mayores de 35 años); nivel nutricional: un bajo
nivel nutricional representado por un
bajo peso antes del embarazo, así como un incremento de peso insuficiente
durante la gestación, constituyen factores de riesgo tanto para el parto
pretermino como para el retardo de crecimiento intrauterino.
Así
también el antecedente de parto prematuro previo supone un incremento de
riesgo en embarazos posteriores. El
riesgo aumenta más con cada parto pretérmino y disminuye con cada gestación
que llega a término.
Los
antecedentes de abortos anteriores están relacionados sobre todo cuando ha
ocurrido en el segundo trimestre
y existe el riesgo elevado de prematuridad.
La
incompetencia cervical puede ser
congénita o adquirida, secundaria a dilataciones del cuello del útero o por
conización del cuello del útero, pero su relación con partos prematuros no
es muy clara.
Las
malformaciones uterinas son también causa de parto prematuro. La frecuencia
global es de 4 % para el útero tabicado y el 80 % para el útero bicorne.
Los miomas uterinos grandes también son causa de partos prematuros.
Los
hábitos durante el embarazo también son factores que pueden causar un parto
prematuro, de tal manera que las actividades laborales que supongan un stress
psicológico importante así como aquellas que determinen una actividad física
importante, comportan un aumento de riesgo en el parto prematuro (P.P.) y
también en el retardo fetal de crecimiento intrauterino.
El
consumo de cigarrillos aumenta el riesgo de P.P. en relación con el número
de cigarrillos consumidos; igualmente ocurre con situaciones vitales adversas;
el consumo de cocaína durante el embarazo se asocia con un riesgo de P. P. de
un 25 %.
Entre
las complicaciones del embarazo está la infección
de orina por bacterias y con presencia de síntomas, la cual puede
coincidir con una enfermedad renal subyacente o con desarrollo de infección
renal aguda como complicación.
Las
endotoxinas de determinados gérmenes pueden poner en marcha
un parto, al igual que la preeclampsia grave, la diabetes,
hipertiroidismo, cardiopatías, colestasis gravídica, hepatitis y anemia.
La
cirugía abdominal realizada durante los últimos seis meses del embarazo
puede provocar un P.P.
Las
gestaciones obtenidas mediante técnicas
de reproducción asistida presenta una elevada tasa de prematuridad
(aproximadamente 27 %), debido a la elevada frecuencia de embarazos múltiples
(gemelos, trillizos, etc.), la cual oscila entre un 30 y 50 %.
La
existencia de líquido amniótico en abundancia también es un factor de
riesgo, al igual que las anomalías congénitas como: anencefalia, ausencia
renal, anomalías del sistema nervioso central.
Las
hemorragias antes del parto también están contempladas en este punto:
bien sean ocasionadas por la presencia de placenta previa o
desprendimiento prematuro de la placenta, se asocia a un elevado riesgo de
parto prematuro. Las
infecciones, por diversos mecanismos pueden originar la aparición
de un P.P., de tal manera que la infección dentro del útero ha sido
responsable de P.P. hasta en un 25 %. La
invasión del tracto genital inferior por
diversos microorganismos como: clamydia trachomatis, ureaplasma urealiticum,
Streptococos del grupo B, Gardnerella vaginalis, Trichomona vaginalis, etc.
han sido asociados a la aparición de P.P.
Autor:
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Dr. BERNARDO CALDERON COSTALES
Ginecólogo Guayaquil
Dirección: Omnihospital. Torre mèdica Vitalis 1, piso 7
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