La
columna vertebral protege la médula espinal formada por miles
de fibras nerviosas que trasmiten los mensajes y la energía
desde el cerebro a todas las partes del cuerpo. Una
interferencia en uno o varios nervios de la médula espinal
produce un desequilibrio del cuerpo de los niños. Esta
interferencia se debe a una mala alineación de las vértebras,
llamada también subluxación.
Existen
múltiples causas del subluxación en los niños. Cuando son
bebes, pueden estar producidas a consecuencia de un parto
complicado, por haber nacido de nalgas o pueden ser también
producidas por una presión demasiado fuerte ejercida en su
cuerpo.
La
niñez, al ser un periodo físico en la vida de una persona,
las actividades que se realizan como saltar, correr, caerse o
hacerse daño, pueden producir una desalineación de la
columna vertebral y dañar los nervios.
Por
todos estos motivos, sería prudente que los padres hicieran
examinar regularmente la columna de sus hijos.
Los
padres pueden intuir algunas señales que evidencian la
existencia de una mala alineación de la columna en sus hijos.
Estas pueden ser: cansancio crónico, escoliosis, una cadera más
alta que la otra, un pie hacia adentro o hacia afuera, dolores
articulares, inclinación del cuello, una pierna más corta
que la otra, hiperactividad, nerviosismo, etc.