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EL DERECHO Y RESPONSABILIDADES DE LOS NIÑOS Y JÓVENES: DE CARA A UN CRECIMIENTO EFECTIVO

Dra. Rocío Álvarez F.

 

Todos tenemos derechos como:

- El derecho a tener una familia que los quiera y proteja

- El derecho a una nutrición adecuada y balanceada

- El derecho a ropa y abrigo

- El derecho a tener un hogar, una casa donde vivir y su propio espacio

- El derecho al estudio, al aprendizaje y a prepararse para el futuro - El derecho a hablar y a ser escuchados

- El derecho a la salud

- El derecho a tener tiempo libre y a distraerse de manera sana una vez cumplidos sus esfuerzos.

- El derecho a hacer esfuerzos sin ser criticado.

- El derecho a ser reconocido.

- El derecho a buscar aprender y expresarte (realizar deportes, aprender a dibujar, pintar, etc.)

- El derecho a equivocarse cuando está aprendiendo.

- El derecho a no ser perfecto para los estándares de otros.

 

Como vemos son muchos los derechos que tienen los niños y los jóvenes, pero también tienen deberes y responsabilidades que van incrementando a medida que se avanza en la vida.

 

Los deberes y las responsabilidades nos hacen más fuertes, afianzan nuestra autodirección y deben ser vistos como “retos”, retos para el desarrollo cerebral y para fortalecer nuestra personalidad.

 

Por ejemplo, las responsabilidades más comunes cuando somos jovencitos son nuestros deberes escolares, tareas en casa, limpiar nuestro cuarto, arreglar nuestro clóset, tender nuestras camas, procurar nuestra buena alimentación también ser responsable con nuestras pertenencias y en caso de tener visitas o visitar un familiar, ayudar en lo que podamos.

 

Para ser guerreros de la vida debemos desarrollar muchas habilidades, y responsabilidades recias, mejorar capacidades de aprendizaje y fuerza para enfrentar el mundo.

 

Si cumplimos nuestros retos y responsabilidades afianzaremos la confianza en nosotros mismos y esto forjará una sana autoestima. No hay nada como creer en uno mismo, actúa sobre nuestro amor propio y también sobre el desarrollo de una buena personalidad.

 

El esfuerzo se aprende en nuestros primeros años y este se queda grabado en la mente de quien lo practica. Dicho esfuerzo siempre tiene sus mejores recompensas. El/La joven no debe procurarse una vida fácil, porque esto no existe, debe buscar retos e ir mejorando destrezas, no debe:

 

- Comer lo que quiera cuando quiera (Vivir de pizzas y hamburguesas, solo comida chatarra).

- Dormir y levantarse cuando le plazca.

- Salir cuando quiera y con quien quiera (es peligroso).

- Usar el celular sin límites.

- Beber o usar drogas.

- No cumplir con sus deberes y responsabilidades en la escuela y/o en casa.

- No respetar a otros.

 

Cuando el/la joven se acostumbra a hacer lo que quiera, no desarrolla límites y no aprende a esforzarse en cada cosa que hace, no puede desarrollar habilidades para conseguir las cosas por el buen camino y por ende no puede vivir bien en sociedad. Vivir en sociedad, no significa solo tener amigos. El tener amigos es algo bueno pero el mantenerlos, el respetarlos, el hacerles bien y ayudarlos nos permite crecer en grupo, lo cual caracteriza a una buena convivencia.

 

El ser sociables significa ser útiles, saber moverse en grupos y conseguir cosas o metas provechosas para uno mismo y para los otros. Cuanto más sociables, respetuosos y útiles seamos, más caminos se abren en nuestra vida.

 

Debemos ser socialmente responsables, es decir ver por los demás no sólo por uno mismo, ser simpáticos y empáticos, para luchar por nuestros derechos cuando lo necesitemos sin arrasar a nadie en el camino.

 

Poco a poco ejerciendo las responsabilidades y actuando en grupo iremos fortaleciendo el carácter y la personalidad para entender y enfrentar al mundo. Con cada paso firme que demos hacia adelante aprenderemos a ser fuertes y a luchar. Las bases se crean en casa y no cuando somos adultos. Debemos ejercitar nuestras responsabilidades para que el esfuerzo nos sea algo automático e inherente a nosotros.

 

La personalidad se va forjando con cada lucha que realizamos día a día, todo lo que ganamos ayuda a forjar una sana autoestima y a percibirnos útiles ante los demás. El desarrollo de una sana autoestima nos permite diferenciar entre lo que es importante para nuestra vida y lo que nos puede confundir o desviar. Todos aprendemos a elegir nuestros caminos, los derechos nos hacen fuertes y las responsabilidades capaces.

 

Veamos las responsabilidades como retos, y juguemos con nuestras mentes para verlos interesantes y como un estímulo a nuestro desarrollo. Teniendo esta perspectiva aprenderemos a enamorarnos por completo de nuestras vidas, total ¡Son nuestras!

Autor:

PSIQUIATRA EN SAMBORONDON ECUADOR

 

 

 

   
  

   

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