Qué
son los miomas del útero ?
Son
tumores pélvicos de muy frecuente aparición en las mujeres.
Se desarrollan a partir de la musculatura del útero y puede
presentarse como un nódulo solitario o nódulos múltiples que varían
de tamaño. Pueden localizarse
debajo de la capa superficial del útero, en el medio de la capa muscular o
proyectarse hacia la cavidad uterina.
La
hemorragia menstrual excesiva a menudo es el único síntoma provocado por un
mioma. Estos tumores del músculo
uterino aumentan de tamaño y muestran un máximo crecimiento durante la vida
reproductiva de la mujer y pueden
crecer rápidamente durante el embarazo.
La
mayoría de las pacientes no presentan síntomas; y los que los tienen pueden
quejarse de hemorragias, dolor pélvico o síntomas opresivos en la pelvis.
Los
miomas grandes pueden provocar opresión sobre las vísceras pélvicas y en
algunas ocasiones estreñimiento y hemorroides por compresión local, aunque
esto es raro.
La
ecosonografía es de gran ayuda en el diagnóstico de los miomas del útero. Casi todos los miomas son asintomáticos, están confinados a
la pelvis y rara vez son malignos, sobre todo sin no se observa un crecimiento
rápido.
Las
principales indicaciones para el tratamiento quirúrgico de un mioma son:
hemorragia uterina, crecimiento rápido del tumor, crecimiento después
de la menopaúsia, infertilidad, pérdidas repetidas de los embarazos, dolor
intenso.
El
diagnóstico presuntivo de un mioma se lo hace por el examen físico de la
paciente, al encontrar un útero aumentado de tamaño y de forma irregular.
La
sola presencia de miomas no es indicativa de cirugía, la paciente sin síntomas
debe vigilarse cada seis meses para descartar un crecimiento rápido.
La
elección del tratamiento depende de la edad de la paciente, número de hijos,
presencia o no de embarazo, estado general de salud, síntomas, dimensión y
localización de los miomas.
La
extirpación quirúrgica puede ser difícil dependiendo de la localización y
presencia de otras enfermedades pélvicas como endometriosis o enfermedad
inflamatoria pélvica.
La
anemia por hemorragia intensa es la complicación más común en la mujer no
embarazada. Durante el embarazo
está contraindicada su extirpación a menos que presente un pedículo
torcido, lo cual puede iniciar un trabajo de parto y muerte fetal.
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