Cuáles
son los riesgos de la ruptura
prematura de las membranas en el embarazo ?
Para
abordar este tema es
imprescindible una división de las diversas épocas de la gestación, en que
se puedan calcular los riesgos de la decisión que se tome en función de las
semanas de gestación de la paciente.
El
período pretérmino es demasiado
largo y en el que el pronóstico es muy distinto según se trate de un
embarazo de 26 ó 27 semanas que uno de 35 ó 36 semanas.
La
frecuencia de la ruptura prematura de las membranas (RPM) en embarazo es muy
variable (4-25 %), aunque la mayoría de los estudios lo sitúan entre un 6 y
12 %. Aproximadamente
un tercio de los partos antes de término
se deben a la RPM con lo que su frecuencia oscila entre 2 y 3 %, esta
baja frecuencia no debe hacer que nos despreocupemos porque
es la responsable en un 10 % de la
mortalidad perinatal sobre
todo como gran causa de prematuros.
La
RPM es una situación de riesgo en cualquier época de la gestación que se
produzca. En primer lugar existe el riesgo de infección
por la posible contaminación desde
la vagina; aunque se cree que un porcentaje del treinta por ciento la infección
ya existía antes de la RPM y por lo tanto es causa de esta, más aún en
ausencia de síntomas clínicos de infección, de ser así el riesgo de
infección dentro del útero representa un riesgo para la madre si no
se trata en forma adecuada. También para los fetos es de gran severidad y
deberá ser tratado de acuerdo al tiempo de gestación, tomando en cuenta que
es más peligroso, si prolongar el
embarazo o el riesgo de
infección.
Existe
el riesgo elevado de incremento de operaciones, empezando con inducciones en
malas condiciones y las intervenciones obstétricas para solucionar
complicaciones con su correspondiente anestesia.
Un
riesgo importante para el feto es la edad gestacional en que se produzca la
RPM, la prematuridad acarrea complicaciones respiratorias, infecciosas,
hemorragias ventriculares del cerebro, necrosis intestinal,
fibrodisplasia retrolental (daño de la visión)
La
ausencia de líquido anmiótico provocado por la RPM puede llevar al feto a la
hipoxia (falta de oxígeno) por compresión del cordón umbilical,
deformidades fetales, pseudohipoplasia pulmonar, esta última se asocia mucho
a muerte fetal si el feto tiene 26 semanas de gestación o menos.
También
se ha visto la presentación de desprendimiento prematuro de la placenta que
representa un riesgo elevadísimo tanto para la madre como para el feto,
aumento de prolapso de cordón (salida del cordón umbilical antes que el
feto)
La infección interna del útero durante el embarazo (corioanmionitis
= fiebre, hipersensibilidad uterina, líquido anmiótico con mal olor, elevación
de glóbulos blancos), no ocurre generalmente sin ruptura prematura de
membranas (RPM), pero aún en ausencia de estos signos, algunas pacientes
suelen tener cultivos positivos de líquido anmiótico.
Tanto
estos gérmenes que actúan
dentro de la cavidad uterina y líquido anmiótico, como los que se encuentran
en vagina, por acción de ciertas enzimas, podrían debilitar
las membranas; así como también la producción de prostaglandinas
durante este proceso daría lugar al debilitamiento de las membranas
y a contracciones uterinas que aumentan
la presión dentro del útero, favoreciendo la ruptura de las mismas.
En
la RPM antes de término se plantea la opción de extraer el feto o
intentar prolongar el embarazo, siempre que no aparezcan signos de infección
dentro del útero o sufrimiento fetal.
En presencia de riesgo de enfermedad
o mortalidad fetal no es muy conveniente extraer fetos menores de 31
semanas, aunque parezcan tener madurez pulmonar.
A partir de esta edad gestacional, si se comprueba que el feto tiene
madurez pulmonar y va a pesar entre 1.500 y 2.500 gr sería menos arriesgado
extraerlo que esperar el inicio del parto espontáneo.
El
uso de corticoides para acelerar la maduración pulmonar está indicada,
porque si bien es cierto que el hecho de haber RPM, de por sí, ya madura el
pulmón fetal, el corticoide sigue aumentando la maduración pulmonar del feto
y disminuye la frecuencia de hemorragias
cerebrales y de necrosis intestinal del feto prematuro
Los
antibióticos están indicados ya que elimina cualquier proceso de infección
de la madre y el feto y por lo tanto prolonga la gestación
La
RPM es una situación de riesgo materno-fetal y de sufrimiento fetal en todos
los grupos.
A
partir de la semana 31 a 32, el riesgo de prolongar el embarazo es mayor,
sobre todo si se ha comprobado la madurez pulmonar fetal, para lo cual son útiles
los corticoides y los antibióticos.
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Dr. BERNARDO CALDERON COSTALES
Ginecólogo Guayaquil
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