Autor:
Dra.
Anamaría Pacheco Frez
Hospital de Urgencia Asistencia
Pública
Santiago, Chile |
|
MANEJO DE LESIONES DIAFRAGMATICAS EN
TRAUMA PENETRANTE TORACO-ABDOMINAL
|
La región toraco-abdominal (T-A) está
comprendida entre la línea mamaria y reborde
costal inferior, por cara anterior; Punta de
la escápula y reborde costal, por posterior;
límites mediales esternón y columna
vertebral.
El Trauma penetrante T.A. presenta un dilema
diagnóstico y continúa generando interés y
controversia. Los órganos de riesgo son:
bazo, hígado, colon, estómago, riñón,
esófago bajo y diafragma. Una dificultad
especial la presentan las heridas aisladas
del diafragma, la cual es la lesión
inadvertida más común en Trauma. Su
prevalencia es desconocida, ya que muchas
lesiones permanecen asintomáticas por años.
En hemidiafragma derecho pueden no ser
diagnosticadas jamás. Cuando hay lesiones
intra-abdominales asociadas, se reportan de
43 a 73% de lesión diafragmática. Los
métodos de diagnóstico actuales son poco
efectivos. La morbilidad y mortalidad está
dada por el desarrollo posterior de
herniación y estrangulación de vísceras
abdominales.
Los factores predisponentes para desarrollar
una hernia diafragmática son: el constante
movimiento del diafragma, la delgadez del
músculo, la gradiente de presión negativa
entre la cavidad pleural y peritoneal, que
es de 7 a 20 cms. de agua durante
respiración serena, alcanzando 100 cms. de
agua durante una inspiración máxima.
Las heridas diafragmáticas de cualquier
tamaño deben repararse, sobre todo
considerando que la mortalidad de las
hernias diafragmáticas complicadas está
entre 20 a 48%.
Los métodos de diagnóstico usados
habitualmente incluyen el examen físico,
radiografía de tórax, Ecotomografía o TAC,
Lavado peritoneal diagnóstico, todos los
cuales no tienen una alta efectividad.
También se ha usado la Resonancia Nuclear
Magnética y los radioisótopos.
La radiografía de tórax nos puede mostrar
algunos signos indirectos: Elevación del
hemidiafragma, borramiento del seno
costofrénico, falta de definición del
hemidiafragma, atelectasia basales,
hemoneumotórax. Sin embargo las diferentes
series reportan una radiografía normal entre
el 11 y 62%.
Otro método diagnóstico a considerar es la
exploración quirúrgica rutinaria, la cual es
controvertida, llevando a laparotomías no
terapéuticas en 20 a 30% de los casos, alta
incidencia de complicaciones asociadas a
laparotomías negativas, larga estadía
hospitalaria, sobre todo considerando la
disponibilidad de técnicas mínimamente
invasivas, como son la laparoscopia y
toracoscopia.
La laparoscopia nos permite una excelente
visualización del diafragma, detecta
lesiones asociadas, permite repararlas, pero
existe un riesgo de neumotórax a tensión.
Considerando esta grave complicación cabe
decir que solo hay 6 casos reportados, puede
ser reconocido rápidamente, pude evitarse
colocando un drenaje pleural profiláctico.
Además es prudente tener preparado el campo
quirúrgico incluyendo el tórax. Recordar que
la descompresión
rápida
revierte el proceso. Para evitar este riesgo
potencial existen alternativas: realizar el
neumoperitoneo a menor presión, realizar
laparoscopia sin gas o realizando una
toracoscopía para la exploración.
La toracoscopia permite una mejor exposición
del diafragma, posibilita el uso de mallas
en la reparación, puede evacuarse el
hemotórax, puede realizarse pericardiotomía,
más segura y menos invasiva que la
laparoscopia, pero requiere intubación
pulmonar selectiva.
Para realizar estos procedimientos, se
requiere un paciente hospitalizado,
hemodinámicamente estable, con radiografía
de tórax previa, idealmente además
ecotomografía o TAC, realizar el
procedimiento en pabellón, tener experiencia
en Trauma y en el uso de estos métodos y
contar con la autorización del paciente.
La discusión actual está
centrada en cuál de los métodos tiene mayor
efectividad para tratar estas lesiones. Los
impulsores de la toracoscopia opinan que
evita el riesgo de neumotórax a tensión, no
requiere insuflación, permite mejor
exposición del diafragma, permite visualizar
el mediastino, facilita evacuar el hemotórax
y realizar pericardiotomía. Sin embargo
sabemos que si está presente una lesión de
diafragma debemos explorar el abdomen…¿laparoscopia?
Los
impulsores de la laparoscopia mencionan que
la toracoscopía no adiciona ventajas en
cuanto a seguridad y acuciosidad, requiere
intubación pulmonar selectiva, lo cuál
aumenta la morbilidad, no siempre es bien
tolerada en Trauma, agrega costo y tiempo y
se preguntan ¿Qué ocurre si las heridas
son bilaterales?. Además recordar la
alta incidencia de lesiones asociadas. La
toracoscopia requiere un drenaje pleural que
no siempre está indicado, lo cuál acarrea
morbilidad asociada y mayor tiempo de
hospitalización. También pueden usarse
mallas de PTFE para defectos grandes, con
menor riesgo de fístulas digestivas y
disminuye las adherencias post-operatorias.
Como
conclusión podría decirse que : cada
procedimiento tiene ventajas y desventajas,
cada paciente tiene indicaciones y
contraindicaciones.
|