Cáncer
de Pulmón
4a. parte
4.3. Examen Citológico
En los pacientes con lesiones
pulmonares visibles en las radiografías de tórax, puede recurrirse al examen
citológico del esputo para el diagnóstico de la enfermedad maligna. Esta técnica
no es útil para el estudio de los NPS periféricos y en ningún caso permite
descartar la presencia de un cáncer. Para conseguir una muestra adecuada es
muy importante la técnica de recogida, pudiéndose mejorar también la
exactitud del estudio con el uso de esputos inducidos y reunidos. Un resultado
citológico positivo en un paciente con una radiografía de tórax negativa
puede suponer un dilema para el clínico. En estos casos, es necesario hacer
una panendoscopia de la orofaringe, la laringe y el árbol traqueobronquial y,
si no se encuentra ninguna lesión, hay que repetir el examen a intervalos
frecuentes.
4.4. Métodos Invasivos
En todos los pacientes con
tumores pulmonares de localización central y en pacientes seleccionados con
lesiones periféricas hay que hacer un estudio broncoscópico de la tráquea y
los bronquios. (Figs. 7-8).Gracias a su facilidad de empleo, el broncoscopio
flexible de fibra óptica ha reemplazado al aparato rígido en la mayoría de
los estudios diagnósticos. El examen puede hacerse con excelentes resultados
estando el paciente despierto y ligeramente sedado y en el marco ambulatorio.
Una combinación de lavado, cepillado, y biopsia directa proporciona, en las
lesiones de localización central, un diagnóstico definitivo en más del 85%
de estos enfermos. La utilidad de la broncoscopia en pacientes con NPS periféricos
es solo mediana y es preferible estudiar este tipo de lesiones con cepillado y
biopsias transbronquiales dirigidas con fluoroscopia. Se consiguen resultados
positivos en alrededor de las dos terceras partes de las lesiones en las que
acaba por demostrarse malignidad, y este porcentaje es directamente
proporcional al tamaño de la lesión. Sin embargo, el número de resultados
negativos falsos es inaceptablemente elevado, lo que limita las posibilidades
de esta técnica como contribución a la toma de decisiones.
La punción aspiración con
aguja fina (PAAF) transtorácica de las lesiones pulmonares sospechosas,
dirigida con TC, es una técnica sencilla y efectiva que permite lograr el
diagnóstico definitivo en un elevado porcentaje de pacientes adecuadamente
seleccionados. La técnica es útil sobre todo en las lesiones periféricas no
localizadas bajo una costilla o en las proximidades de una gran estructura
vascular. La especifidad de la PAAF es excelente (próxima al 100%) y cuando
se observan células malignas se acepta que la lesión es cancerosa. Sin
embargo, en ausencia de células malignas no puede asegurarse que la lesión
sea benigna, ya que el índice de falsos negativos de la técnica es
inaceptablemente elevado (alrededor del 15%). Por tanto, la PAAF es
recomendable en pacientes con una función respiratoria marginal, en los que
rehusan la toracotomía y en los que sea obligado llegar al diagnóstico
definitivo antes de iniciar una radioterapia o una quimioterapia. En alrededor
de la quinta parte de los enfermos tratados de esta manera se produce un
neumotórax que suele controlarse con medidas conservadoras. Otras
complicaciones son la hemopotisis y la embolia gaseosa.
La Vídeo Torascopía
proporciona una excelente visión de la pared torácica, del diafragma, del
parénquima pulmonar y de las estructuras mediastínicas y permite tomar
biopsias de las lesiones visibles. (Fig. 9) Sus inconvenientes consisten en la
necesidad de una anestesia general con ventilación en un pulmón y en la
dificultad para tomar muestras de lesiones no visibles localizadas en la
profundidad del parénquima pulmonar (ya que no pueden ser fácilmente
palpadas).
5.- Clasificación
Anatomo-patológica
Los diversos tipos histológicos
de carcinoma pulmonar tienen predilección por diferentes partes del pulmón.
Tales como aparecen en las radiografías, los pulmones pueden dividirse en
zonas centrales y periféricas. Las primeras están ocupadas por los bronquios
principales, lobulares, segmentarios y subsegmentarios de primer orden, todos
ellos accesibles a la exploración con un broncoscopio de fibra óptica. El
resto del parénquima pulmonar constituye la zona periférica. El 65% de los
carcinomas epidermoides se originan en la zona central. Del tercio que se
desarrollan en la zona periférica, alrededor del 30% presentan cavitaciones
en el momento en que son descubiertos.
5.1.-Clasificación Histológica
de los Tumores Pulmonares Malignos por la OMS.
1.- Tumores epiteliales
malignos.
Carcinoma epidermoide
Variantes:
Carcinoma de células
fusiformes
Carcinoma de células pequeñas
Carcinoma de células en grano
de avena
Tipo celular intermedio
Carcinomas de células en grano
de avena combinados
Adenocarcinoma
Adenocarcinoma acinar
Adenocarcinoman papilar
Carcinoma bronquioloalveolar
Carcinoma sólido con formación
de mucina
Carcinoma de células grandes
Variantes:
Carcinoma de células gigantes
Carcinoma de células claras
Carcinoma adenoescamoso
Tumor carcinoide
Carcinoma de las glándulas
bronquiales
Carcinoma adenoide quístico
Carcinoma mucoepidermoide
Otros
2.- Tumores mesoteliales
malignos
Mesotelioma maligno
Epitelial
Fibroso (células fusiformes)
Bifásico
3.- Otros tumores malignos
Carcinoma
Blastoma pulmonar
Melanoma maligno
Linfoma maligno
Otros
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