TOMA DE LA MUESTRA DE HECES PARA LA REALIZACIÓN DE
EXÁMENES COPROLÓGICO Y COPROPARASITARIO
Cuando se solicita un exámen de heces se debe exigir al
laboratorista la realización del estudio coprológico y
coproparasitario. En el primer caso es de interés el
análisis de todos los elementos observados, la presencia
o no de almidones, restos vegetales o fibras, esto nos
permite evaluar los procesos de digestión. El exámen
coproparasitario no solo sirve para investigar si el
paciente tiene quistes o trofozoitos de amebas
histolyticas sino también para observar si existen otros
parásitos. En el organismo humano se presentan
básicamente: 1) protozoarios, 2) helmintos.
Los
protozoarios, (grupo al que pertenece la ameba) y la
endolimax nana, incluyen flagelados como las tricomonas,
ciliados como el balantidium coli, esporozoarios entre
los que tenemos a las eimirias, coccidias y sarcocistis.
Los helmintos en cambio se subdividen en pantelmintos
que pueden ser trematodos y nematelmintos que son los
áscaris, oxiuros, tricocéfalos y uncinarias.
Una
de las reglas de oro en el tratamiento médico de la
parasitosis es comenzar eliminando a las formas más
grandes. Así, si el informe del examen coproparasitario
identifica por ejemplo: áscaris, tricocéfalos y amebas,
se tratará a los dos primeros con la misma droga y luego
se continuará con el tratamiento antiamebiano.
Recoger y procesar correctamente las muestras de heces
es muy importante. Inicialmente se deben realizar al
menos tres exámenes coprológicos y coproparasitarios. Si
en el primer examen se constata la presencia de
parásitos no deben dejar de hacerse los otros. Hay que
tener presente que de la muestra que se reciba en el
laboratorio, solo se toma una más pequeña con un palillo
para hacer el frotis en la placa. Podría suceder que en
esa toma no existan huevos de parásitos, lo que no
quiere decir que el paciente no se encuentre parasitado.
Las muestras deben ser procesadas y examinadas en el
menor tiempo posible puesto que, la ameba es sensible a
los cambios de temperatura y una vez que se encuentra en
el exterior se deseca fácilmente y dura poco tiempo en
contacto con el medio ambiente. La misma consideración
sirve para las muestras congeladas, en las que la ameba
también se deseca.
Las
muestras que se toman de la mucosa del colon con
aplicadores deben ser llevadas inmediatamente al
laboratorio. Allí tras la aplicación de una gota de
solución salina isotónica estéril, se observa
"directamente" al microscopio. El diagnóstico en niños
necesariamente debe ser rápido a fin de evitar
complicaciones como: perforación intestinal y
deshidratación. Las muestras de heces recogidas
directamente del pañal no son adecuadas puesto que, la
ameba al entrar en contacto con el algodón puede
desecarse. En niños siempre será mejor tomar muestras
directamente de la mucosa de la ampolla rectal.
Los
productos que se utilizan para teñir las muestras de
heces previamente al exámen microscópico son:
hematoxilina férrica de Haidenheim, azul de metileno
amortiguado, solución tricómicra de Gomori, eosina o
yodo; a pesar que este último puede causar la
destrucción de la ameba.
Antes
de la toma de muestras no es conveniente que se ingieran
laxantes irritativos; tampoco es prudente utilizar
fijadores conservantes que producen lisis o destrucción
de las formas jóvenes o trofozoitos que son precisamente
los que buscamos. Los cultivos de heces se hacen en
varios medios; se puede utilizar el Tetrationato y si
esta prueba resulta positiva, es necesario ratificar con
siembras en cultivos con material de Mackouconkey.