Caminar
el mejor ejercicio
La
mayoría de las personas al recomendarles que deben hacer
ejercicios, lo primero que se
preguntan es : ¿De dónde voy a sacar el tiempo? ¿Cómo voy a pagar
el gimnasio? ¿Quién me puede entrenar en un deporte? ¿Cómo
establecer la disciplina?
Aunque
algunos tengan la buena voluntad muchos sucumben antes de intentarlo
debido a que no logran resolver los anteriores interrogantes.
Sin
embargo esto no debe ser un motivo para sentirse frustrado. Hoy se
ha hace evidente que no es necesario ingresar a un gimnasio ni pasar
largas jornadas haciendo spinning o salir corriendo por los parques
de la ciudad para cumplir con la cuota de ejercicio que se
recomienda para estar saludables.
Sólo
basta caminar. Aunque se trata de una actividad que muchos pasan por
alto, los médicos han
llegado a la conclusión de que una caminata diaria no sólo es una
excelente alternativa sino tal vez una opción mejor que otras
formas de ejercicio. Es comparada a una píldora mágica. Caminar a
un ritmo de tres a cinco kilómetros por hora en forma continua
durante 45 minutos puede mantener alejadas enfermedades tan graves
como infarto del corazón, derrames cerebrales y diabetes. También
puede disminuir entre 30 y 50 por ciento la posibilidad de aparición
de enfermedades como cáncer de seno, osteoporosis, impotencia,
diabetes y depresión. Un estudio demostró que aquellas personas
que caminaban fuertemente tres veces a la semana durante tres horas
redujeron su riesgo de ataque cardíaco y derrame cerebral entre 30
y 40 por ciento.
Hacerlo
es muy fácil. Prácticamente todo el mundo está en condiciones de
caminar. No se necesita preparar grupos de músculos pues estos ya
están dispuestos, a diferencia del ciclismo u otras disciplinas, en
las que se requiere entrenamiento previo para fortalecer ciertas áreas
del cuerpo. También es económico. No hay que invertir en
implementos o clases y ni siquiera hace falta tener una indumentaria
especial. Pero, además, es una actividad que genera muy poco
riesgo. Desde los más jóvenes hasta las personas de edad pueden
hacerlo sin que se afecten sus articulaciones o ligamentos, lo cual
sí se podría presentar en ejercicios de más alto impacto, como el
tenis, el ciclismo o incluso con sólo trotar, una actividad que
deja a muchas personas con problemas de rodillas.
Cambio
de habito
No
es necesario hacer ejercicio fuerte, que demande gran esfuerzo y que
haga sudar a la persona como garantía para obtener beneficios médicos.
Estudios recientes han confirmado que el ejercicio pausado y no
extenuante también tiene grandes ventajas. La clave, al parecer,
está en la continuidad.
Un
estudio demostró que caminar a una velocidad de 4,5 kilómetros por
hora o más requería un gasto de energía tan alto como el que se
exige cuando la persona corre o trota. Estos gastos de energía
fueron asociados con mejor ritmo cardíaco, mejor respiración y
respuesta metabólica. El beneficio que se observa es a largo plazo
y después de 40 minutos diarios. Con caminar sólo 20 minutos no se
logra el impacto suficiente.
Como
cualquier ejercicio aeróbico,
caminar reporta muchos beneficios para el corazón debido a que este
músculo comienza a ser más eficiente después de que la persona se
ha sometido a esta rutina, lo cual
quiere decir que con el tiempo este órgano requiere menos
latidos para cumplir con un ejercicio. Lo mismo ocurre con los
pulmones y los músculos debido a
que con este ejercicio logran sostener un trabajo o actividad
por mucho más tiempo. El resultado es que el perfil de riesgo
cardiovascular se mejora no sólo porque la persona logra controlar
el peso sino también la presión arterial. De igual manera mejora
el nivel de colesterol en la sangre, debido a que durante el
ejercicio el organismo segrega una proteína llamada HDL, más
conocida como el colesterol bueno. Esta proteína se fija en el
colesterol malo y lo transporta hacia otras partes del organismo,
lejos de las arterias, donde lo elimina el hígado.
Caminar
tiene grandes ventajas para prevenir la diabetes tipo II, la que se
presenta cuando los adultos son obesos. Caminar mejora la
sensibilidad de la insulina. En personas con propensión a
desarrollar diabetes de adultos el problema no es la falta de
insulina sino que ésta no trabaja bien y por ello en lugar de que
el azúcar vaya a las células, que es donde se necesita, se
deposita en la sangre. Cuando la persona camina a un buen ritmo en
forma continua la insulina trabaja mejor.
Caminar
además le trae paz al espíritu. Nadie duda de que la creatividad
se dispara dando una vuelta por el parque y que los problemas y
preocupaciones se disipan paso a paso. De hecho, muchas personas
toman decisiones trascendentales dando un paseo a pie. También es
un buen antídoto para la ansiedad y el estrés e incluso para la
depresión severa. En un estudio realizado con 12 hombres y mujeres
con depresión, se encontró que caminar 30 minutos cada día mejoró
los síntomas de esta enfermedad más rápido que las drogas
antidepresivas.
Al
igual que con todos los ejercicios es difícil mantenerse. Por lo
cual le recomiendo tener buenos zapatos, ponerle hora fija a las
salidas, llevar un diario con los progresos y establecer metas.
Otros recomiendan simplemente salir y caminar 10 minutos. Con el
regreso ya habrán sido 20. Así,
poco a poco, se podrá establecer una rutina que con el tiempo,
aseguran, será muy difícil detener.
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