Diabetes mellitus infantil
La
Diabetes mellitus es una enfermedad crónica que se presenta debido a la destrucción de las células
del páncreas encargadas de la producción de insulina.
Hay
dos tipos de diabetes:
·
Diabetes
mellitus tipo 1 se presenta en niños
o adolescentes
·
Diabetes
mellitus tipo 2 se presenta en personas mayores de 30 años
El
proceso de la destrucción progresiva de las células Beta del páncreas (las
que producen la insulina) pueda tardar varios años, sin embargo, cuando la
enfermedad se manifiesta es porque ya han sido destruidos el 80 ó el 90% de
ellas.
La
insulina es necesaria para que la glucosa (el azúcar) que circula en la
sangre entre a la célula y ésta pueda desarrollar sus funciones básicas.
La glucosa es el combustible fundamental que utiliza la célula y la insulina
es algo así como la llave que le permite abrir una compuerta e ingresar a
ella.
La
falta de suficiente cantidad de insulina circulante en la sangre provoca dos
situaciones: la incapacidad de la célula para funcionar adecuadamente por
falta de glucosa en su interior y la excesiva cantidad de glucosa en la
sangre. El enfermo se siente cansado, va perdiendo peso (porque la célula
al no poder utilizar la glucosa como combustible, comienza a emplear las proteínas
musculares y la grasa como sustituto) y notará un aumento en la producción
de orina (porque la excesiva cantidad de glucosa en la sangre será expulsada
por la orina y ello arrastrará el agua, pudiendo presentarse deshidratación)
y sed.
Síntomas
Generalmente
los padres notan que el niño comienza a perder peso, orina frecuentemente y
en grandes cantidades, se queja de mucha sed y hambre, se le ve cansado y sin
deseos de realizar las actividades que antes desarrollaba normalmente y dice
tener sueño permanentemente.
A
veces sucede que se detecta la enfermedad antes que ésta se manifieste
intensamente porque los padres llevan al niño(a) a consulta por infecciones a
repetición (usualmente hongos en la cavidad oral o en los genitales) y el médico
encuentra la elevación de la glucosa en la sangre en los exámenes que
generalmente solicita.
Muchas
veces sucede que la primera manifestación de la enfermedad es un episodio de
intensa deshidratación, dificultad respiratoria, dolor abdominal intenso y vómito
que obliga la hospitalización del niño.
Exámenes
La
glucosa en sangre (glucemia) igual o superior a 200 mg/dl (11 mmol/l), tomado
en cualquier momento del día, confirmará el diagnóstico; igualmente será
confirmatorio si se encuentra la glucemia igual o superior a 126 (7 mmol/l)
mg/dl en una muestra de sangre tomada en ayunas.
Cuando
no existen los síntomas característicos de la enfermedad, pero se desea
descartarla, el médico sugerirá realizar una glucemia en ayunas y otra
glucemia 2 horas después de haber tomado un líquido que contiene glucosa
(aunque puede ser reemplazado por un desayuno que garantice un mínimo de 50
gramos de carbohidrato). En este caso se confirmará el diagnóstico si:
La
glucemia 2 horas después de la toma de la glucosa (o el desayuno) es
igual o superior a 200 mg/dl (11 mmol/l).
La
glucemia en ayunas es menor de 126 mg/dl pero la glucemia a las 2 hs de la
sobrecarga de glucosa es mayor de 200 mg/dl
Debe
anotarse que el enfermo debe estar sin fiebre, sin estrés y sin tratamiento
que pueda influir en el resultado de la prueba.
Tratamiento
El
tratamiento de la Diabetes mellitus en los niños está orientada a garantizar
el crecimiento y desarrollo de éstos, de acuerdo a sus potenciales genéticos
y a su medio ambiente. Para lograr estos objetivos se recomienda que
En
los niños mayores de 5 años, las glucemias se mantengan entre 80 y 180
mg/dl (4,4 y 10 mmol/l)
Una
herramienta de laboratorio que evalúa qué tan bueno ha sido el control de la
glucemia en los últimos 60 días es la Hemoglobina glucosilada. Examen
que debería realizarse, por lo menos, cada tres meses. Hay 2 tipos de
hemoglobina glucosilada que generalmente son empleadas: la A1 y la A1c
|
Normal
|
Bueno
|
Aceptable
|
Malo
|
Hb A1
|
<
8,5
|
8,6
- 9,5
|
9,6
- 12
|
>
12
|
Hb
A1c
|
<
6,5
|
6,6
- 8,8
|
8,9
- 9,9
|
>
10
|
Básicamente
el tratamiento se dirige a la enseñanza constante al niño de la importancia
de la dieta como soporte fundamental para controlar la cantidad de glucosa que
ingrese a su cuerpo y la necesidad de suministrarse insulina de manera
regular. Igualmente el médico insistirá en la importancia del
ejercicio aeróbico regular.
La
cantidad de insulina estará relacionado con el peso del paciente, los niveles
de glucemia y el tipo de insulina (de acción rápida, de acción intermedia,
de acción lenta y de acción ultralenta).
Dado
que la insulina puede ocasionar lipodistrofia en el sitio donde se inyecta,
que termina impidiendo la correcta absorción de ella, se recomendará la
rotación de los sitios de inyección.
Hipoglucemia
Una
de las situaciones lindantes del niño con diabetes mellitus es la
hipoglucemia ya que el tratamiento con insulina puede eventualmente precipitar
una crisis de este tipo.
Se
define la hipoglucemia como la concentración de glucosa en sangre por debajo
de 50 mg/dl y asociado a sudoración, temblor, hambre, palidez, taquicardia,
confusión, falta de concentración, conducta extraña, letargo, convulsión o
coma.
Generalmente
esto es debido a una aplicación excesiva de insulina, aumento de la actividad
física, absorción irregular de la insulina o supresión de alguna comida.
Para evitar estas situaciones el niño debe aprender a reconocer los síntomas
que pueden conducir a la hipoglucemia, evitar lapsos de ayunos, controlar
regularmente su glucemia y si ésta:
Es
menor o igual a 50 mg/dl (2,77 mmol/l) administrar líquidos azucarados.
Si hay vómitos, estupor o convulsiones debe aplicarse glucagón o glucosa
endovenosa.
La
dosis de glucagón, ya sea intramuscular o subcutáneo, se aplicará en 1 sola
dosis así:
Si
el niño tiene entre 15 y 30 kg se inyectarán 0,5 mg
Si
el niño pesa más de 30 kg se inyectará 1 mg
Una
vez superada la emergencia y con el fin de prevenir que ésta se repita el niño
deberá adelantar la comida.
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