Los estudios con gonadotrofina coriónica humana
(GCH) mostraron que el porcentaje de pérdida de embarazos después
de su implantación es del 30 al 40%.
La realidad en
cuanto a pérdida de embarazos es mucho mayor que la observada clínicamente.
El aborto espontáneo
es frecuente
entre el 10 al 15% de las gestantes.
El presente artículo
se centra en los abortos naturales y no los provocados.
Causas.-
La
causa más común la constituyen las alteraciones cromosómicas.
El aborto espontáneo recurrente ha sido definido como la
verificación de 3 o más abortos espontáneos reconocidos clínicamente.
Datos epidemiológicos indican que el riesgo de un nuevo aborto
después de un aborto espontáneo es del 24%, pero asciende a un
40% después de 4 abortos espontáneos
consecutivos.
Otra causa son las alteraciones de la arteria uterina. Entre los
factores anatómicos adquiridos están las adherencias
intrauterinas, los miomas, la adenomiosis, las cirugías tubarias
y la endometriosis que es una enfermedad que ocurre cuando el
tejido endometrial, es decir, el tejido que reviste internamente
el útero y que se expulsa durante la menstruación, crece fuera
de él.
En el caso de los miomas, se dice que su asociación con los
abortos espontáneos puede obedecer a factores mecánicos, tales
como reducción de la cantidad de sangre que se irriga,
alteraciones de la placenta y contracciones uterinas que
determinan la expulsión fetal.
Se cree que el aborto espontáneo en mujeres con endometriosis
puede deberse a la secreción de toxinas o a una mayor producción
de prostaglandinas, que generan contracciones uterinas y
alteraciones hormonales. Sin embargo, no se sabe si el aborto es
ocasionado por la endometriosis o por mecanismos inmunológicos
indirectos.
Los problemas de salud de la madre pueden ser las causas de un
aborto. Fumar, consumir alcohol, los traumas y el abuso en el
consumo de drogas, aumentan las posibilidades de un aborto.
Otros temas: