¿Qué
es la epilepsia?
La
epilepsia tiene su origen en unos cambios breves y repentinos del
funcionamiento del cerebro. Por esta razón, se trata de una
afección neurológica, la cual no es contagiosa ni está causada
por ninguna enfermedad o retraso mental. Algunas personas con
retraso mental pueden experimentar ataques epilépticos, pero
tener estos ataques no implica necesariamente el desarrollo de una
deficiencia mental.
Síntomas
Las
crisis generalizadas pueden manifestarse con pérdida brusca de
conocimiento con caída al suelo, contractura de los músculos de
las extremidades y de la cara seguidas de sacudidas rítmicas.
En
otras oportunidades, especialmente en niños y adolescentes, las
crisis se presentan con una pérdida de conocimiento, sin caída
al suelo ni convulsiones, de segundos de duración, con rápida
recuperación.
Las crisis parciales pueden presentarse con sensaciones subjetivas
extrañas o difíciles de describir o con fenómenos auditivos,
visuales, sensación de hormigueo, etc. Estos síntomas pueden
aparecer en forma aislada o dar paso a una pérdida de
conocimiento con movimientos automáticos de la boca, de las manos
o de otra parte del cuerpo. En otras oportunidades las crisis
parciales pueden presentarse con sacudidas de una extremidad o de
la mitad de la cara, sin pérdida de conocimiento.
Si bien hemos mencionado los tipos de crisis más habituales,
existen otras manifestaciones menos frecuentes que deben ser
evaluadas por el especialista. Además, una persona puede
presentar más de un tipo de crisis.
Los distintos signos de alarma que advierten que se está
produciendo un ataque epiléptico pueden ser los siguientes:
Períodos
de confusión mental.
·
Comportamientos
infantiles repentinos.
·
Movimientos
como el de masticar alimentos sin estar comiendo, o cerrar y abrir
los ojos continuamente.
·
Debilidad
y sensación de fatiga profundas.
·
Períodos
de "mente en blanco", en los que la persona es incapaz
de responder preguntas o mantener una conversación.
·
Convulsiones.
·
Fiebre.
La
forma mas típica, conocida también como gran mal es con
movimientos de las 4 extremidades tipo sacudidas, se pierde la
conciencia y el control de los esfínteres, dura segundos o
algunos minutos, cuando persiste se llama estado epiléptico.
Otras formas son las conocidas como ausencias frecuentes en niños.
Los síntomas de una crisis pueden ser muy variados y repetimos,
no siempre se altera el estado de alerta del paciente.
Causas:
La
epilepsia es un trastorno con muchas causas posibles. Cualquier
cosa que impida o distorsione el patrón de actividad neuronal
normal puede conducir a la aparición de una crisis epiléptica.
Se ha observado que algunas personas epilépticas tienen una
cantidad más alta de neurotransmisores activos (sustancias
encargadas de conducir el impulso nervioso entre las neuronas), lo
cual incrementa la actividad neuronal.
En
otros se ha observado una cantidad baja de inhibidores de dichos
neurotransmisores, lo cual también aumenta la actividad neuronal.
En ambos casos aparece la epilepsia.
¿Cómo es un ataque epiléptico? ¿Qué características
tiene? ¿Cuales son las diferencias entre los distintos ataques:
relajación de esfínteres, salibación, pérdida de conocimiento?
Las crisis epilépticas producen una alteración momentánea del
funcionamiento cerebral, debida a la descarga súbita y
desproporcionada de los impulsos eléctricos que habitualmente
utilizan las células del cerebro. Esta descarga puede afectar únicamente
a una parte del cerebro (crisis parciales o focales) o
comprometer a todo el cerebro (crisis generalizadas). Los síntomas
que presente una persona durante una crisis epiléptica dependerán
entonces de la o las zonas del cerebro que estén siendo afectadas
por la descarga. Por lo tanto, existen muchos tipos diferentes de
crisis epilépticas.
Las crisis epilépticas son más frecuentes de lo que comúnmente
se piensa y afectan al 1 % de la población. Pueden comenzar a
cualquier edad, si bien se inician más frecuentemente durante la
niñez y la adolescencia, en todos los grupos humanos sin distinción
de edad, sexo, raza ni condición económica.
Los cuadros epilépticos no son contagiosos, no constituyen una
enfermedad mental, no afectan la inteligencia y las personas que
las presentan pueden llevar una vida prácticamente normal, una
vez que logran controlar sus crisis con el tratamiento apropiado.
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