El sobre peso y la distribución de las grasas son útiles para hacer pronósticos sobre la mortalidad prematura y los riesgos de contraer enfermedades del corazón, hipertensión, diabetes mellitus no dependiente de insulina, enfermedades de la vesícula biliar y algunos tipos de cáncer.
La distribución de la grasa abdominal y viceral, sirve para hacer pronósticos sobre riesgos de la salud relacionados con la obesidad.
Por ejemplo un aumento de más de 5 kg de peso en las mujeres durante su vida adulta puede comportar poco riesgo adicional, sobre todo si el peso que se añade se localiza en la región femoral. En la mayoría de los hombres, cualquier aumento de peso que se produzca después de los 20 años aumenta el riesgo, ya que esta grasa se deposita normalmente como grasa abdominal y viceral.
Las estadísticas de los seguros de vida de los Estados Unidos muestran que el exceso de peso está relacionado con el aumento de las tasas de mortalidad.
Se observa que aun peso corporal que se encuentra a un 10% por encima del peso medio corresponde a un aumento del 11% de exceso de mortalidad en los hombres, y del 7% en las mujeres.
Si el peso corporal se encuentra un 20% por encima de la medida, el exceso de mortalidad aumenta al 20% en los hombres y al 10% en las mujeres.
La obesidad puede modificar algunos mecanismos intermedios como la función cardiaca, o el metabolismo de los lípidos o de la glucosa, para provocar la muerte o enfermedades.
Sin embargo, incluso cuando el sobrepeso severo aumenta generalmente el riesgo de muerte, especialmente de muerte repentina, en muchos estudios no puede considerarse como una variable independiente.
Equilibrio de Nutrientes de los Depósitos de Grasa
La obesidad consiste en un fallo crónico de equilibrar la ingestión de nutrientes con su eliminación.
Hay varias causas de obesidad. En un extremo, la obesidad puede deberse simplemente a un exceso de consumo de alimentos (energía) en relación con los requisitos energéticos.
En este caso los factores hereditarios juegan un importante papel en la generación de la obesidad, que puede surgir incluso cuando la alimentación se compone principalmente de carbohidratos.
En el extremo opuesto, están aquellos tipo de obesidad en los que la composición de la dieta, principalmente una elevada ingestión de grasas, es el eje central de la obesidad.
Cualquiera de estos tipos de obesidad puede controlarse modificando la alimentación, reduciendo el consumo de alimentos, o
aumentando la oxidación de los nutrientes.
Conclusiones
La obesidad y el exceso de grasa en las vísceras son condiciones que predisponen a las personas a padecer enfermedades crónicas. El exceso de grasa corporal es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad y morbilidad en la mayoría de los países ricos, y cada vez más en los países en desarrollo.
En los seres humanos, es clara la relación entre la tasa de consumo de grasas y la oxidación, pero la relación entre ingestión de grasas como proporción energética y obesidad no es sólida.
La prevención de la obesidad presupone la detección temprana, así como la vigilancia, actividad física regular y, en los adultos, un modelo de consumo alimentario moderado.
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