Síntomas:
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La tristeza o descenso del humor es el síntoma básico, es diferente a la generada por situaciones normales de pérdida afectiva.
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Incapacidad para realizar actividades placenteras y disfrutar de ellas, a esto se le ha llamado anhedonia.
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Disminuye su reacción ante los hechos del medio que lo rodean.
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Marcados sentimientos de culpa y minusvalía.
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Sentimientos de desesperanza.
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Cansancio y pérdida de la energía vital.
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Presenta
decaimiento de sus actividades motoras y psíquicas.
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Trastornos del sueño, especialmente el insomnio (reducción en la calidad del sueño, para
encontrar descanso satisfactorio). Aunque también puede presentarse
la hipersomnia (aumento de las horas dedicadas al sueño).
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Ideas de muerte. El médico ante un paciente con síntomas depresivos siempre estará atento a la valoración del riesgo de suicidio, por ello indaga sobre los
pensamientos e intenciones del sujeto respecto a su vida.
Existen factores de riesgo que elevan la posibilidad de suicidio:
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Historia de depresión o ezquizofrenia.
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Historia de abuso de alcohol o sustancias psicotrópicas.
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Historia familiar de depresión, esquizofrenia o suicidio.
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Historia familiar de alcoholismo.
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Intentos previos de suicidio.
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Trastornos de la personalidad (por ejemplo, violencia e impulsividad).
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Escasa mejoría con el tratamiento.
El paciente habla francamente de sus intenciones suicidas.
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