Choque
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Dr. Silvio Wellington Mosquera Peña. |
Dr. Luis González Zambrano. |
Dra. Reyma Mosquera Peña. |
Definición
El choque circulatorio permanece como uno
de los más frecuentes y desafiantes problemas en el manejo de pacientes quirúrgicos.
Choque es un síndrome que refleja falla circulatoria aguda y es definido como un
imbalance entre la demanda y el aporte de oxigeno a las células. (1).
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Clasificación:
La clasificación más utilizada es la
propuesta por Weil y Shubin (2) y que está basada en el trastorno fisiopatológico
subyacente e incluye 4 tipos: hipovolémico, cardiogénico, obstructivo y distributivo.
Tabla 1.
Hipovolémico: Es la forma más
común de choque, ocurre en pacientes con trauma, cualquier forma de hemorragia o en los
casos de deshidratación severa. La pérdida de volumen intravascular que es la base
fisiopatológica de esta forma de choque puede estar determinada por pérdida de sangre o
por salida hacia el extravascular o hacia el exterior de grandes cantidades de liquido
como en las peritonitis, las obstrucciones intestinales y en las diarreas severas.
Cardiogénico: El choque
cardiogénico como su nombre lo indica implica una disfunción de la capacidad contráctil
del músculo cardiaco. El infarto masivo de miocardio es la principal causa de este tipo
de choque y usualmente ocurre cuando se compromete más del 40% del músculo cardiaco(3).
El choque cardiogénico acarrea una mortalidad muy alta, a pesar que en los últimos años
con los avances en el cuidado y manejo del paciente cardiovascular (incluyendo la
utilización de las modernas técnicas de revascularización) su incidencia ha disminuido
en los hospitales de alta complejidad.
Tabla 1
Clasificación del Choque
HIPOVOLÉMICO
Hemorrágico:
Trauma
Gastrointestinal
No hemorrágico:
Deshidratación/ Vomito/ Diarrea
Fístulas
Quemaduras
Poliuria ( Cetoacidosis, diabetes
insípida,
insuficiencia adrenocartical).
Tercer espacio: (peritonitis, pancreatitis,
ascitis).
|
CARDIOGÉNICO
Miocardico:
Infarto. (incluyendo hibernación y
"atontamiento".
Contusión.
Miocarditis (viral, autoinmune,
parasitaria)
Cardiomiopatía. (hipertrofica, amiloide)
Farmacológica/depresión tóxica (beta
bloqueantes, bloqueantes
Cálcicos, antraciclinas.)
Depresión intrínseca (Relacionada a SRIS,
acidosis,
hipoxia)
Mecánica:
Estenosis valvular o dinámica.
Regurgitación valvular
Defectos septales/ defectos de pared y
aneurismas.
Arritmias:
Taquicardia, bradicardia bloqueo
atrioventricular.
|
OBSTRUCTIVO
Compresión vascular extrínseca:
Tumores mediastinales.
Presión intratorácica aumentada:
Neumotórax a tensión.
Ventilación con presión positiva.
Obstrucción al flujo vascular
intrínseco:
Embolismo pulmonar.
Embolismo aéreo
Tumores
Disección/coartación aortica.
Hipertensión pulmonar aguda.
Pericarditis/taponamiento
Pericardico.
|
DISTRIBUTIVO
SRIS - Relacionado.
Sepsis, pancreatitis, trauma, quemaduras.
Anafilactico.
Neurógenico.
Tóxico/farmacológico :(benzodiazepinas)
Endocrino: mixedema, insuficiencia adrenal.
Modificado de Jiménez EJ Shock in
Critical Care Third Edition. Civeta JM.
Lippincott-Raven Publishers, Philadelphia
pag. 359-387 1997 (9)
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Obstructivo: El choque obstructivo
se produce cuando hay un obstáculo al libre flujo sanguíneo ej.: embolismo pulmonar
masivo, taponamiento cardiaco, disección aortica, etc.
Distributivo: Este es el tipo de
choque que tiene bases fisiopatológicas más complejas, y tiene al choque séptico como
su principal exponente.
Generalmente se manifiesta con:
hipotensión, volumen minuto cardiaco alto e hipoxia tisular; este complejo de
manifestaciones se debe en gran parte a la liberación de mediadores que producen
vasodilatación, apertura de shunts arteriovenosos y alteraciones a nivel mitocondrial lo
que llevan a un estado de choque e hiperdinamia con hipoperfusión tisular y metabolismo
anaerobio. El choque anafiláctico y el choque medular por lesión de la medula espinal
son otros ejemplos de formas más simples de choque distributivo.
Cabe señalar que es muy difícil encontrar
formas puras de choque, salvo en los estadíos iniciales de los eventos hemorrágicos;
posteriormente todos los cuadros de choque se van uniendo en una vía fisiopatologica
común que implica hipoperfusión tisular y que tiene como evento final la muerte por
choque irreversible o por fallo multiorgánico secuencial.
Fisiopatología
El elemento más importante en la
fisiopatología del choque circulatorio es la reducción crítica de la perfusión tisular
que genera hipoxia, y compromete la actividad celular, produciendo una cascada de eventos
que puede llevar a la disfunción orgánica múltiple o a la muerte como evento final.
El choque es una emergencia médica y debe
ser encarada como tal, pues la diferencia entre la vida y la muerte del paciente puede
estar determinada por el tiempo que este permanece con hipoperfusión tisular.
Los componentes más importantes que
regulan la homeostasis circulatoria son ocho; alteraciones en cualquiera de ellos pueden
determinar la presencia de choque.
1.- Volumen intravascular: La
pérdida de cualquiera de los componentes del volumen determina disminución del retorno
venoso, disminución del gasto cardiaco y por ende disminución de la presión arterial y
las manifestaciones sistémicas del choque.
2.- El corazón es el segundo
componente. Cualquier falla del funcionamiento cardiaco puede llevar a la producción de
hipotensión al disminuir el volumen minuto que es uno de los determinantes principales de
la presión arterial.
3.- El tercer componente está determinado
por el circuito de resistencia, el cual está formado principalmente por el sistema
arteriolar.
4. La red de intercambio capilar,
forma el cuarto componente, aquí se realiza gran parte del intercambio entre el espacio
intravascular y el extravascular, cualquier alteración en la microvasculatura causa
pérdida de fluidos disminuyendo el volumen circulatorio.
5.- Las vénulas son el quinto
componente, ellas determinan un 15% de la resistencia y su dilatación o constricción
pueden determinar cambios importantes de la volemia efectiva; además en ciertas
circunstancias su vasocontriccion puede aumentar en forma importante la presión dentro de
los capilares generando salida de fluido al extravascular como en ciertos estadíos del
choque séptico.
6.- Las conexiones arteriovenosas
son el sexto componente. La apertura de estas puede determinar el bypass de la red de
capilares produciendo hipoxia tisular y por ende oxigenación deficiente a nivel tisular.
7.- El séptimo componente está
determinado por el circuito de capacitancia venoso; este circuito puede contener el
80 % del volumen intravascular; la disminución en el tono venoso o incremento en la
capacitancia venosa disminuye la presión media circulatoria y el volumen efectivo
circulante.
8.-Por ultimo el octavo componente es la permeabilidad
del circuito; cualquier obstrucción del circuito mayor o pulmonar puede limitar
críticamente el retorno venoso disminuyendo por ende el volumen minuto y la presión
arterial. (4)
El defecto más importante desde el punto
de vista fisiopatológico es la disminución de la perfusión tisular manifestada por
oliguria, alteraciones mentales, pulsos periféricos disminuidos y extremidades frías y
con signos de mala perfusión, y que finalmente lleva a disfunción multiorgánica
La respuesta cardiovascular inicial está
formada por un grupo complejo de mecanismos que tratan de mejorar la perfusión de ciertos
organos, dirigiendo el flujo sanguíneo desde los músculos esqueléticos, tejido celular
subcutáneo y riñones hacia el cerebro y corazón (5, 6).
El aumento de la secreción de vasopresina
y renina retiene agua y sales tratando de preservar el volumen intravascular. Conforme el
choque progresa estos mecanismos son menos efectivos, la acidosis periférica promueve
vasodilatación arteriolar aumentando la hipotensión mientras que la presencia de
vasocontriccion venular que se presenta al mismo tiempo, hacen que la presión
hidrostática aumente dentro del capilar incrementando el escape de líquido hacia el
intersticio y por ende disminuyendo más el volumen intravascular.
Si la causa primaria del choque no puede
ser revertida, la hipotensión sostenida produce hipoperfusión tisular, lo que lleva a
las células a recurrir al metabolismo anaerobico para la provisión de energía; pero
este mecanismo además de ser menos efectivo que el metabolismo aerobio conlleva la
producción de ácido láctico como producto de desecho; la acidosis láctica produce más
vasodilación arteriolar disminuyendo la presión arterial y el paciente entra en un
circulo vicioso. En modelos animales hay un punto en la evolución en que el estado de
choque se vuelve irreversible; en este punto no hay respuestas a las medidas
terapéuticas, el mecanismo exacto de esta irreversibilidad no está claro pero la
mortalidad es prácticamente del 100%(7).
Metabolismo del Oxígeno en el Shock
El choque actualmente dejó de ser visto
como un evento simple determinado por disminución en presión arterial, gasto cardiaco y
diuresis; más que eso el choque plantea un problema complejo donde hay falta de
acoplamiento entre la disponibilidad y el consumo de oxigeno, entonces nuestros esfuerzos
deben ir dirigidos más allá del solo hecho de elevar la presión arterial, el objetivo
principal del manejo debe ser mejorar la perfusión tisular.
Bajo condiciones normales el consumo de
oxigeno (VO2) es mantenido independiente de la disponibilidad de oxigeno (DO2) por cambios
en los porcentajes de extracción de oxigeno; habitualmente se extrae un 25% del oxigeno
disponible en los tejidos perifericos, pero esta cantidad puede llegar al 75 u 80 % en
condiciones extremas. Sin embargo hay un punto en esta relación en que la extracción no
puede seguir aumentando y viene dependiente de la disponibilidad, a partir de este punto
crítico se produce hipoxia tisular y metabolismo anaerobio.
Hay que recordar que mientras el
metabolismo aeróbico produce 38 mol. de ATP por cada gramo de glucosa consumido,
solamente 2 mol. de ATP son producidos por cada mol de glucosa consumida durante el
metabolismo anaerobio. La acidosis láctica entonces es un marcador de la disminución de
la disponibilidad de oxigeno y del déficit de energía tisular. (8)
En adición al desarrollo del déficit de
oxigeno se produce un exceso de dióxido de carbono (CO2) tisular que se manifiesta por
incrementos del CO2 venoso a pesar que frecuentemente estos pacientes tienen hipocapnia
arterial; esta hipercapnia está relacionada a la disminución de la perfusión tisular y
por ende en el clearence de CO2; este efecto es menos marcado en los casos de choque
hiperdinámico.
Lesión Celular
La disfunción orgánica múltiple
característica del choque se produce por la lesión de sus células constituyentes; las
células requieren energía para funcionar adecuadamente. La disfunción celular puede ser
causada por un déficit en la disponibilidad de sustrato, incapacidad en la utilización
de nutrientes o incapacidad de producir energía suficiente. La incapacidad para utilizar
los nutrientes es una consecuencia secundaria de la hipoperfusión tisular propia del
choque, el efecto tóxico de alguna sustancia o es mediado por citokinas o cambios
metabólicos en al ámbito celular. (9).
Sin embargo la perfusión inadecuada parece
ser el elemento gatillador más importante de toda la serie de procesos que pueden
terminar en la muerte celular; con la disminución del O2 la producción de ATP disminuye
y también disminuye el metabolismo celular y la posibilidad de reparación y
mantenimiento de la membrana celular, se producen además alteraciones a nivel
mitocondrial, si la hipoxia continua se puede producir ruptura de los lisosomas lo que
provoca autodigestión celular; la reversión del choque en este punto no restaura la
función celular y de acuerdo a la magnitud del daño no previene la muerte del individuo.
Otro mecanismo que actualmente está siendo
considerado muy importante en la generación de injuria tisular es la formación de
radicales libres en asociación con un efecto de reperfusión o la activación de
neutrofilos. Durante la hipoperfusión se produce acumulación de productos de la
degradación del ATP (hipoxantinas); cuando el oxigeno está disponible en el proceso de
reperfusión este es convertido por la enzima xantine oxidasa en radical superoxido el
cual a su vez genera otras moléculas reactivas como el peróxido de hidrogeno (H2O2) e
hidróxilo (OH-) contribuyendo a la lesión de membrana e irreversibilidad del cuadro. (9
-10)
Evolución Clínica
Los pacientes en choque habitualmente
cursan 3 estadíos:
En el estadío 1 pueden estar
asintomáticos, los mecanismos compensadores producen vasocontricción períferica y
taquicardia lo que permite que la presión arterial se mantenga normal o solo ligeramente
disminuida.
En el estadío 2 a pesar de la mayor
intensidad de los mecanismos compensadores la presión arterial disminuye y comienza la
hipoperfusión de órganos. La taquicardia se acentúa, aparecen signos de ortostatismo
claros y el paciente se presenta inquieto y agitado.
Durante el estadío 3 se hace manifiesto el
fracaso y agotamiento de los mecanismos compensadores, la presión arterial disminuye aún
más y se aprecian claras evidencias de hipoperfusión orgánica terminal. (11)
Manejo
El choque circulatorio resulta de una serie
de eventos fisiopatológicos concatenados entre si y disparados por un mecanismo común:
la hipoperfusión periférica. Entonces el objetivo del tratamiento debe dirigirse a
cortar la espiral que lleva a la lesión celular irreversible y a eliminar el evento
desencadenante (12).
El manejo por ende se lo puede dividir en
dos partes: corrección del proceso primario y corrección de la hipoxia tisular.
Corrección de la Causa del Choque
Choque hipovolémico
En la presencia de hemorragia, el objetivo
debe ser controlar rápidamente el sitio de sangrado. Si no hay un sitio evidente de
sangrado pero el paciente está en choque profundo y hay fuertes sospechas de que algún
sangrado puede estar ocurriendo (ejemplos: trauma, embarazo ectópico) la posibilidad de
laparotomía debe ser considerada.
Choque cardiogénico
Debido a la dificultad de corregir la causa
primaria del choque, cuando hay lesión importante del miocardio que lleva a choque
cardiogénico la mortalidad puede acercarse al 90%. (1).
En la actualidad la disponibilidad de
trombolisis y de angioplastía percutanea parece haber disminuido la mortalidad (13)
Choque obstructivo
La remoción del coagulo por trombolísis o
embolectomia quirúrgica puede mejorar la evolución después de embolismo pulmonar
masivo.
En el caso de taponamiento pericardico la
remoción del fluido pericardico es imprescindible para la recuperación del choque.
Choque distributivo
La erradicación del foco septico por
cirugía o drenaje local es necesaria para mejorar la evolución del paciente séptico. Si
bien la discusión sobre la administración de antibióticos escapa al objetivo de este
artículo debe quedar claro que la administración temprana de los mismos es necesaria.
Corrección de la Hipoxia Tisular
La corrección de la hipoxia tisular es
necesaria para sostener la vida mientras el proceso primario es corregido:
Oxigenación y ventilación:
A pesar de que en muchas ocaciones el
pulmón no está envuelto en el proceso inicial, la hipoxemia frecuentemente está
presente en los pacientes en choque circulatorio. La disminución del volumen minuto en el
caso de choque no distributivo determina disminución de la presión venosa de oxigeno
(PVO2) y esto sumado a la desigualdad V/Q que se presenta por los trastornos de perfusión
determinan la presencia de hipoxemia cuando no hay compromiso pulmonar aparente. Sin
embargo en otros procesos, junto con el desarrollo del choque aparece disfunción pulmonar
manifestada como edema pulmonar no cardiogénico y por ende signos de insuficiencia
respiratoria e hipoxemia.
Todos los pacientes con choque circulatorio
deben recibir inicialmente 02 al 100%, si la hipoxemia no es revertida rápidamente y/o si
hay signos de aumento del trabajo respiratorio el paciente debe ser colocado en
ventilación mecánica, pues en los pacientes que tienen incremento del trabajo
respiratorio y del consumo de oxigeno muscular, el soporte ventilatorio podría reducir
los requerimientos metabólicos del músculo respiratorio(14); estudios experimentales
sugieren que esto puede estar asociado con redistribución del flujo sanguíneo desde los
músculos respiratorios hacia otras áreas hipoperfundidas disminuyendo hipoteticamente la
posibilidad de lesión multiorgánica. (15, 16).
Además en la presencia de insuficiencia
cardiaca la ventilación mecánica puede reducir la postcarga del ventrículo izquierdo al
aumentar la presión intratorácica. Cabe señalar que este aumento de presión
intratorácica en los pacientes con hipovolemia puede aumentar más la hipotensión al
disminuir el retorno venoso, por este motivo hay que reponer la volemia agresivamente en
el paciente en choque hipovolémico que tiene que ser ventilado (17).
Entonces aunque el choque no es sinónimo
de ventilación mecánica hay que tener claro que el umbral para tomar la decisión de
colocar al paciente en ventilación mecánica debe ser muy bajo.
Reanimación con Fluidos
Hipovolemia crítica está presente en casi
todos los pacientes con choque circulatorio de causa medica o quirúrgica y en más de la
tercera parte de los pacientes con choque cardiogénico (18).
De acuerdo con estos conceptos una rápida
infusión de fluidos es una de los primeras terapéuticas que se debe aplicar a la
mayoría de los pacientes con choque circulatorio y signos de hipoperfusión periférica;
los fluidos tienen como objetivos mejorar la presión arterial, restaurar la perfusión
periférica, mejorar la eliminación de los ácidos acumulados por la hipoperfusión,
mejorar el gasto cardiaco y normalizar la frecuencia cardiaca.
El tipo de fluido que debe ser administrado
aun permanece como una controversia; puesto que la diferencia sobre mortalidad y
morbilidad no ha sido demostrado concluyentemente, los cristaloides por costos y
disponibilidad constituyen los fluidos de elección. Cuando se utiliza cristaloides hay
que usar dos o tres veces más líquidos de los que se usarían si el paciente fuera
reanimado con coloides.
Es dificil definir la cantidad de fluidos
requeridos en un paciente individual, criterios tales como presión sanguinea o volumen
urinario son demasiado groseros en determinado grupo de pacientes. Los pacientes con
choque cardiogénico y séptico pueden beneficiarse en determinadas circunstancias de la
colocación de un catéter de Swan-Ganz para monitoreo de las presiones que puedan
determinar precarga cardiaca y volumen minuto.
Como regla empírica debe considerarse que
en la primera hora los pacientes con hipotensión deben recibir 1000 a 2000 ml. de
cristaloides o 500 a 750 ml. de un coloide si con esto no hay respuesta y no se ha
determinado la presencia de un sangrado activo se deben administrar vasopresores; cabe
señalar que no hay que esperar cumplir con una meta determinada para pasar al siguiente
punto, si durante la administración de líquidos se observa que no hay respuesta hay que
iniciar la administración de vasopresores aunque el paciente aun esté hipovolémico
porque esto probablemente disminuya el tiempo de hipotensión y por ende la posibilidad de
daño tisular.
Para la reanimación inicial con líquidos
no se necesitan vías centrales, la colocación de 2 grandes vías periféricas es lo
indicado.
Un concepto interesante es el manejo de las
lesiones penetrantes del tronco utilizando reanimación retardada hasta que la cirugía se
inicie; los resultados reportados son muy buenos (19, 20).
Agentes Vasoactivos e Inotrópicos
Vasopresores son requeridos comúnmente en
los estadíos iniciales de la reanimación del choque para restaurar la presión de
perfusión mínima. Una presión sistólica de 90 a 100 mmHg es el objetivo usual.
Por sus efectos alfa y beta adrenergicos la
dopamina es la droga de elección para este propósito. El efecto vasocontrictor de la
dopamina se va incrementando conforme la dosis aumenta; sin embargo si la presión
arterial no es controlada con 20 a 25 ug/Kg/min. de dopamina se debe adicionar alguna
droga con efecto alfa predominante; probablemente por sus características la mejor
opción es la norepinefrina. Algunos autores mantienen la dopamina a dosis altas hasta que
la norepinefrina pueda ser descontinuada mientras que otros prefieren disminuir la dosis
de dopamina a dosis diurética hasta que se pueda retirar la norepinefrina; no hay
estudios concluyentes al respecto (1, 21).
Las dosis "renales" o
"diuréticas" de dopamina han sido desafiadas últimamente porque el aumento del
gasto urinario observado puede estar relacionado a un efecto diurético que envuelve la
ATPasa a nivel del túbulo distal más que a un incremento en la perfusión renal. La
dobutamina a bajas dosis ha sido asociada con mayor clearence de creatinina cuando es
comparada con iguales dosis de dopamina. (22)
Cuando el principal problema es la
contractilidad miocardica disminuida un agente inotropico está indicado y la dobutamina
parece ser la droga de elección en estos casos. Hay que recordar que la depresión
miocárdica puede estar presente en otras formas de choque particularmente en el choque
séptico (24, 25). Por sus efectos beta la dobutamina puede provocar hipotensión, para
evitar esto hay que corregir previamente la hipovolemia.
La epinefrina sigue utilizándose en
situaciones extremas cuando hay choque profundo y bradicardia, los trastornos de
perfusión periférica podrían ser agravados por está droga, por eso su utilización
solo debe realizarse cuando no hay otras opciones.
Los inhibidores de la fosfodiesterasa
amrinone y milrinone tienen potentes propiedades inotrópicas que pueden ser útiles si la
dopamina o dobutamina no son efectivas; por su efecto vasodilatador pueden estar
contraindicados en el choque; el único tipo de choque que podría beneficiarse sería el
cardiogénico donde se puede utilizar como agente sinergista con dopamina o dobutamina.
(26).
La reducción de la postcarga , reduciendo
la resistencia vascular sistémica con vasodilatadores directos puede ser una alternativa
efectiva para mejorar el gasto cardiaco en la falla cardiaca, si la presión arterial es
normal o elevada. Este enfoque es extremadamente peligroso durante el choque si la
presión sistémica o la presión de llenado son bajas pues se puede agravar la
hipoperfusión tisular.
En la tabla 2 se resumen los efectos de las
drogas vasoactivas más comúnmente usadas en el paciente en Choque.
Prevención de FMO y nuevas terapias en
choque séptico
La prevención de la FMO debe ser uno de
los objetivos primarios en el manejo de los pacientes quirúrgicos; varios estudios han
demostrado que aquellos pacientes que desarrollan complicaciones postquirurgicas
especialmente insufiencia respiratoria aguda tienen menor DO2 que los pacientes que no
tienen complicaciones. ( 27, 28)
El problema radica en como determinar los
requerimientos de DO2 para cada paciente de acuerdo con el tipo y grado de injuria. Dos
enfoques pueden ser considerados, uno es monitorizar el lactato en sangre serialmente para
confirmar una rápida resolución de la hipoxia tisular. Este método es de valor limitado
en el caso de los pacientes con insuficiencia hepática y un clearence disminuido de
lactato. El exceso de base negativo tiene bastante correlación con la acidosis láctica y
la hipoperfusión tisular, por eso este puede ser un parámetro barato y disponible en la
mayoría de los hospitales para monitorizar la hipoxia tisular.
La otra posibilidad es aumentar la DO2 por
medio de la administración de fluidos y/o dobutamina para determinar los cambios en el
VO2. La persistencia de la hipoxia tisular se demuestra cuando hay aumento de DO2 y al
mismo tiempo se produce aumento de VO2, esto es referido como dependencia VO2/DO2. ( 29,
30).
En el caso de choque séptico hay que
recordar que sepsis es la respuesta sistémica a la infección; aunque ciertas condiciones
no infecciosas como trauma, cáncer y pancreatitis pueden iniciar la cascada de la
respuesta inflamatoria en forma similar que en la sepsis.
La introducción de la terminología en
1992 por el consenso del Colegio Americano de Especialistas en Patología Torácica y la
Sociedad Americana de Medicina Intensiva (31) permite tener una idea más clara de la
evolución de los pacientes en choque séptico desde el síndrome de respuesta
inflamatoria hasta la Falla Orgánica Múltiple.
A pesar de todo el progreso en el
conocimiento de la fisiopatología del choque, solo la reanimación temprana con
líquidos, la utilización adecuada de drogas vasoactivas y la erradicación temprana del
foco infeccioso con la administración concomitante de antibióticos son las terapias
probadas y/o consensuadas en el manejo inicial del paciente en choque, las otras
terapéuticas como la utilización de anticuerpos monoclonales, inhibidores las
ciclooxigenasas, transportadores de radicales libres y otro sinnúmero de alternativas aun
no tienen el soporte suficiente como para ser consideradas terapias de primera línea.
Tabla 2
Drogas Vasoactivas
DROGAS |
DOSIS
USUAL |
EFECTO
ADRENERGICO |
Potencial
Arritmogenico |
INDICACIONES |
Dopamina |
1-2 ug/Kg/min
2-10 ug/Kg/Min
10-30 ug/Kg/Min |
1+ 1+ 3+
2+ 2+ 3+
3+ 2+ 3+ |
1+
2+
3+ |
Oliguria a pesar de PA
"normal"
Tratamiento normal de hipotensión /
bradicardia. |
Dobutamina |
2-3 ug/Kg/Min |
1+ 3+ 0+ |
2+ |
Choque cardiogenico, edema
agudo de pulmón cardiogenico con presión arterial marginal. |
Norepinefrina |
0.5-80 ug/Kg/Min |
3+ 2+ 0+ |
2+ |
Tratamiento inicial de la
hipotensión (Cualquier causa principalmente sepsis). |
Epinefrina |
1-200 ug/Min |
2+ 3+ 0+ |
3+ |
Hipotensión severa y
bradicardia. |
Isoproterenol |
2-10 ug/Min |
0
3+ 0 |
3+ |
Bradicardia refractarai;
corazón denervado; torsade de pointes refractaria. |
Anrinona |
0.75 mg/Kg
en 3 min. Carga 2-15 ug/Kg/Min |
0
0 0 |
2+ |
Choque cardiogenico,
usualmente como agente singergico de dobutamina. |
Milrinona |
50 ug/Kg en
10 min. Carga 0.375 - 0.75 ug/Kg/Min |
0
0 0 |
2+ |
Choque cardiogenico,
usualmente como agente singergico de dobutamina. |
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