EDITORIAL
APTITUD
ANTE LA CRISIS
El
verdadero valor de las personas y de los pueblos se lo determina
con la aptitud o capacidad de respuesta del individuo frente a
un grave problema. Es
muy fácil tener una buena capacidad de respuesta en momentos de
estabilidad política, económica y social, lo difícil y
valioso es producir en tiempos de crisis. Una de las grandes
responsabilidades que adquirimos al ser médicos es brindarle a
nuestros pacientes todos los beneficios de los últimos avances
científicos que estén a nuestro alcance en la prevención,
diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las enfermedades;
para lograr este objetivo necesitamos de una educación médica
continua a fin de documentar y perennizar todas las experiencias
que se producen en medicina a través de un medio de difusión
escrito que coadyuvará al conocimiento aprendizaje y
actualización de los médicos.
Estos
últimos años han sido difíciles para nuestro país y por ende
para nuestra medicina, problemas en nuestra salud pública,
deterioro de nuestros hospitales, pérdida del estímulo a la
producción científica por parte de los profesionales médicos,
que trabajamos bajo fuertes presiones éticas, morales y económicas,
enfrentándonos así a problemas que ponen a prueba nuestra
sensibilidad y capacidad de respuesta, que exigen una formación
científica, tecnológica, humanística y ética cada vez más sólida,
en fin ante la severa crisis, todos tenemos la obligación de
continuar dando atención a nivel de excelencia, mejorando con
trabajo e imaginación, sin que todas estas dificultades frenen
nuestra iniciativa de progreso, más bien nos fortalezcan para
tomar nuevos retos en la vida.
Es
así como nace la idea de crear
un medio oficial de difusión de la Sociedad Ecuatoriana
de Medicina Crítica y Terapia Intensiva, un anhelo tan esperado
por mucho tiempo y relegado por la falta de decisiones, que
gracias al apoyo científico de los miembros de la Sociedad, y
la contribución valiosa de los laboratorios farmacéuticos
amigos, se hace posible que este sueño sea hoy una realidad.
En
los artículos que van a conformar este primer volumen y los
subsiguientes, de alguna manera se relata o evidencia nuestra
pequeña historia en común, es decir la de los médicos
intensivistas, pragmáticos e idealistas, sus servicios
asistenciales, sus publicaciones, sus agrupaciones médicas, las
sociedades establecidas, en sí, todas sus vivencias, ya sean
logros o frustraciones. Pero lo más importante
no es iniciar, sino continuar y culminar con todo lo que
nos hemos propuesto que son los grandes retos de la vida, los
que nos hacen sentir más vivos y sólo con mucha constancia y
fortaleza en lo que nos proponemos, vamos a lograr la publicación
periódica de la revista, primero, con un número anual y
posteriormente con publicaciones bianuales.
El
propósito de esta revista es brindarle al cuerpo de
profesionales una revisión y actualización de los
conocimientos en medicina intensiva y esto se logra con la
colaboración de un distinguido grupo de médicos intensivistas
ecuatorianos y extranjeros de calificada experiencia
profesional. Convoco a todos los miembros de la Sociedad y
profesionales afines a que nos comprometamos a seguir sacando
adelante este reto, y sólo el esfuerzo permanente nos
garantizará un crecimiento sin límites, dejando un gran legado
a nuestras siguientes generaciones, a través de la divulgación
de los conocimientos, experiencias e investigaciones en una
publicación. Solo
así, conociendo y
compartiendo nuestras realidades vamos a poder solucionar
los problemas en cuidado especializado del enfermo crítico.
Si logramos contribuir al desarrollo y conocimiento del médico
en su necesidad continua de actualización científica, habremos
cumplido con nuestro propósito: la atención óptima del
paciente gravemente enfermo.
La
importancia de tener una aptitud mental positiva, una fortaleza
y voluntad férrea, en estos tiempos difíciles para la medicina
ecuatoriana, serán las armas necesarias para culminar con éxito
los grandes retos que nos hemos trazado como Sociedad.
Todos los proyectos y propuestas que los médicos
miembros, sin ambiciones personales y con objetivos claramente
definidos, se podrán cristalizar en un futuro muy cercano.
Que
todos los esfuerzos encaminados al progreso de la medicina
intensiva ecuatoriana, mediante la investigación científica,
hoy con la publicación de la revista, mañana con la creación
de un curso superior de medicina crítica y terapia intensiva,
no sea sólo el fruto del entusiasmo de un grupo de médicos,
sino que sea una herramienta de educación y cultura docente de
nuestra sociedad.
Dr. Jaime
Benítes Solís
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